Una de las fuerzas más peligrosas a las que nos sometemos los motoristas son las frenadas de emergencia. Al desacelerar repentinamente, nuestros cuerpos son empujados hacia adelante por la inercia. Por esta razón unas fundas antideslizantes para asientos de moto serán de gran utilidad para evitar que nos resbalemos hacia adelante tras cada frenada.
¿Para qué sirven?
Al frenar en un coche, el cinturón de seguridad, así como la posición de los pies, ayuda a contrarrestar la inercia. En una moto no disponemos de tanto apoyo, ni mucho menos de algo como un cinturón de seguridad, por eso los antideslizantes para los asientos de moto sirven para evitar que nuestras posaderas se resbalen durante una frenada contundente.
Tipos de antideslizantes para asientos de moto
- Funda desmontable con textura porosa: Este es el tipo de antideslizante para asientos de moto más común. Normalmente también cuentan con propiedades impermeables y vienen en tallas universales.
- Malla textil desmontable de estructura fibrosa: El segundo antideslizante más común. Se trata de una malla textil cuya estructura proporciona mayor agarre y fricción a las posaderas.
- Cojín acolchado removible con propiedades adherentes: La opción más cómoda por ofrecer una capa extra de acolchado, además de contar con propiedades adherentes (en materiales y/o diseño) para evitar deslizamientos.
- Forro no desmontable para re-tapizar: Si solo tienes una moto y no necesitas cambiar el forro de una a otra, y además la tapicería original del asiento se empieza a deteriorar, un forro antideslizante de tapicería es lo mejor.
- Antideslizantes laterales para piernas: En último lugar tenemos una opción que no es precisamente para asientos. Se trata de un par de stomgrip que se instalan en los laterales para tener más agarre a la moto con las piernas.
¿Cómo utilizarlos correctamente?
Basta con algo de sentido común para utilizar correctamente estos accesorios. Primero hay que identificar el tipo de antideslizante que se vaya a utilizar. Los dos más comunes (fundas y mallas) vienen en tallas universales que se adaptan a casi todos los asientos de motos. Algunos se instalan mediante correas que se sujetan por debajo de los asientos. Otros, mediante sus bordes elásticos que se fijan con presión alrededor de los mismos.
El forro no está hecho para desmontarse, por el contrario; éste se instala de forma permanente por encima de la tapicería original del asiento. Para hacerlo, se pueden emplear grapas, pegamento o hilos. Aunque para empezar se deben tomar las medidas del asiento y recortar el material excedente. Lo más recomendable es acudir a un tapicero de profesión.
Recomendación final: elige el más apropiado según tu caso
En términos generales, cualquiera de estos accesorios puede servir por igual en cuanto a su capacidad para evitar que nos deslicemos por el asiento tras cada aceleración o desaceleración repentina. Pero, cuando evaluamos sus otras características; podemos darnos cuenta de que algunos tipos de antideslizantes para asientos de moto nos vienen mejor que otros.
Dependiendo de nuestras particularidades, pueden ser mejores unos cojines acolchados si recorremos terrenos muy escarpados, o una nueva capa de tapicería antideslizante para reforzar el ya viejo forro original, e incluso podemos optar por una sola funda desmontable que podamos intercambiar entre nuestras motos si es que tenemos varias.
Muy interesante, no me había planteado este tema. Gracias por todas las recomendaciones.