La Z900 se coronó en 2019 como la moto de marchas más vendida en España, con 2.744 unidades matriculadas, dejando detrás a superventas como la MT07 o la R1200GS. Ahora, en 2020, ha llegado al mercado llega ahora con un esperado paquete electrónico.
Este auténtico talismán comercial para Kawasaki apareció en 2017 con un chasis completamente nuevo, con respecto a la versión 800, en el que la marca nipona cambió de estructura, optando por un bastidor multitubular, buscando una llamativa rebaja en el peso (13,5 kilos menos), y logrando además una mayor rigidez.
En cualquier caso, debemos de apuntar que la cifra registrada por la báscula, a pesar de todo, se queda lejos de la sensación de ligereza, casi mágica, que transmite esta zeta en orden de marcha.
Bien. Pasemos pues a analizar esta nueva edición con electrónica de la Z900, concretamente en la versión Performance de la unidad cedida por Kawasaki para este reportaje.
Cómo es la postura de la Kawasaki Z900
Al colocarnos sobre el asiento, la plaza del conductor nos resulta verdaderamente espaciosa; y al apoyar los pies, encontramos las estriberas sobre una línea más bien baja, si pensamos en la conducción deportiva a la que invitan las líneas generales de esta zeta.
Por su parte, el manillar nos queda un tanto cercano al cuerpo, en una altura y con una anchura que nos dejan el tronco colocado en una postura no solo muy natural, sino además bien dispuesta para atacar el flujo del viento, tal y como nos toca hacer en cualquier naked. Este atributo en particular da a la Z900 un cierto aire turístico, en contraste con su imagen rabiosamente deportiva.
Por otro lado, se trata de un modelo válido tanto para tallas grandes, por su espacioso puesto de conducción, como para otras que no lo son tanto, con los 820 mm de altura para un asiento que se estrecha en su parte delantera, facilitándoles aun más la llegada de los pies al suelo.
Finalmente, la ergonomía de este modelo y su posición, tal y como la hemos definido, nos hace sentir acoplados a su discreta carrocería, casi integrados en su fuselaje, a diferencia de su prima hermana, la z900 RS, sobre la que te sientes totalmente encima de la moto.
Cómo es el motor de la Z900
Cubica 949 y rinde 125 CV a 9.500 rpm en su versión full, poniendo la marca de Akashi en su catálogo otra limitable de 95 para el A2. La novedad en esta versión 2020 es que se ha rediseñado para resultar adaptable a la severa normativa que impone la Euro5.
Lo cierto es que el par de este tetracilíndrico (98,6 Nm ) llama la atención en una moto que se siente particularmente liviana en marcha. Para lograrlo, Kawasaki tomó el propulsor que monta en las Z1000X y Z1000SX y rebajó sus 1.049 cc que trae de serie, para dejar a la 900 desplazada del espacio comercial que ocupan, y para sustituir simultáneamente a la antigua Z800. Recordemos también que la actual Z900 llegó al mercando con 150 cc más y ¡21 kilos menos que la Z800!, declarando un total de 210 para el conjunto con todos sus llenos hechos.
Cómo se comporta en marcha la Z900
Esa invitación turística que hemos apuntado se mantiene en todo momento, pero apenas hemos recorrido los primeros metros, se le suma una sensación deportiva, francamente excitante.
Esta Kawa se percibe como un bloque, sólida y compacta, con solo tantearla a ritmo urbano y civilizado en la primera rotonda que encontremos. Resulta francamente sencillo hacerla girar, empleando para ello cualquier parte del cuerpo, bien las piernas empujando las hendiduras del depósito, o bien marcando el contramanillar con un simple gesto del antebrazo.
Es una moto que parece adivinar tus intenciones, una moto digamos muy intuitiva, que hace de cualquier cambio de dirección un verdadero placer, para serpentear con ella por las carreteras más reviradas.
En cuanto a su aplomo en el paso por las curvas rápidas resulta sencillamente intachable, trazando al milímetro, exactamente, la línea que le marcamos con nuestra simple intención.
Modos de conducción de la Z900
En parado, podemos seleccionar el modo “Raider”, y ajustar en él la curva de potencia en el grado que venga a nuestro gusto, con una respuesta más inmediata o ligeramente más diferida del acelerador. También podemos seleccionar uno de los 3 niveles en los que puede actuar el control de tracción.
Aparte de este modo personalizable, la Z900 nos ofrece tres más; a saber: Sport, Road y Rain, que vienen configurados por defecto para una entrega más o menos directa y para un control de tracción más o menos intrusivo.
La electrónica de la Kawa Z900
Es la novedad más rotunda que presenta esta última versión, con una pantalla TFT de 4,3” que cambia el fondo, con un ajuste automático del brillo, y que muestra ahora mucha más información, desplegando un interesante menú para sacarle un mejor partido a este soberbio modelo. Por si fuera poco, dispone además del sistema de conectividad Rideology, exclusivo de Kawasaki.
En cuanto a la app del Rideology, extiende las posibilidades de esta Z900 a nuestro móvil, permitiendo la grabación de rutas, con datos y detalles casi propios de un telemétrico, estableciendo una comunicación en la que también se recibe en el otro sentido, permitiendo ver alertas y notificaciones de nuestro teléfono.
Con esta nueva faceta electrónica, la versión de 2017 queda en un lugar ciertamente espartano, en lo que se refiere al apartado del equipamiento.
Por último, esta versión 2020 viene equipada también con una iluminación completa de tecnología led.
Cómo va el embrague y el cambio de la Z900
La conducción de esta naked, con su respuesta del empuje al tacto del gas, resulta tan suave como la de una berlina de representación; particularmente el cambio de marchas, que además muestra una llamativa facilidad para encontrar el punto muerto. Todo ello con un desarrollo corto, que resulta ideal para salir catapultado de cada curva.
Y es que el tetracilíndrico suena y se siente con el poder de un gran motor eléctrico, cuando aceleras levemente para circular por el garaje a paso de desfile; pero cuando enroscas sin contemplaciones, sientes cómo emerge desde abajo un sonido grave, gutural, que pone banda sonora al empuje de esta naked, que se revela como un auténtico tiro a partir de las 7.000 rpm.
Cómo frena la Kawasaki Z900
La eficacia de los dos discos lobulados (300 mm) se halla más que a la altura de las prestaciones que rinden los 125 CV de la versión full, algo que pudimos probar de una forma extrema durante nuestra participación en la Z-Cup al final de la interminable recta de Montmeló.
El conjunto del freno delantero, a pesar de no montar pinzas radiales, retiene con una precisa progresión en los primeros milímetros de recorrido de la maneta, para actuar con contundencia en su tramo final. De todos modos, mejoraría su tacto directo con unos latiguillos metálicos.
En cuanto al apoyo del ABS resulta bastante efectivo. Digamos deja hacer lo suficiente. Y para pulir la suavidad y precisión de una frenada exigente, se une la actuación sistema antirrebote que equipa el embrague.
Cómo va la Kawa Z900 en la autovía
Evidentemente y como ya dará por supuesto el lector, se trata del escenario en el que un modelo como éste penaliza con más claridad frente a sus rivales de mercado. De cualquier modo, hablamos de una naked y no se puede hacer demasiado, en cuanto a protección se refiere.
Sin embargo, la elevación del manillar que monta la Z900, por un lado, y la discreta altura de su depósito con respecto al conjunto, sin dar forma a esa chepa que marcan ahora la mayoría de los modelos, nos deja el tronco completamente expuesto al viento.
En este caso, qué duda cabe de que resultará más interesante que en ninguna otra naked hacer un viaje con la improvisada protección de una bolsa sobredepósito.
Por otro lado, la pantalla extra que monta la versión Performance de nuestra prueba, discreta donde las haya de cara a su posible protección; sin embargo hace un excelente servicio en un día soleado, a modo de visera, haciendo más visible la información del display TFT.
Para cerrar el apartado de las grandes vías, apuntar que la autonomía de la Z900, con un consumo muy moderado, si conducimos a 120 por hora, y con los 17 litros de capacidad que alberga su depósito, resulta más que aceptable en un terreno tan tedioso como la autopista, sobre todo para una naked.
Comportamiento urbano de la Z900
Pues es una moto que resulta particularmente ágil en cada desplazamiento dentro de la ciudad. Con un buen brazo de palanca en el manillar, con un radio de giro ciertamente recortado y con un conjunto en general muy recogido, la convierten, junto con su sensación de ligereza, en una de las campeonas de la urbe.
Por tanto, un modelo muy interesante a la hora de considerarlo como candidato en nuestro día a día.
Los Retrovisores
Con un diseño Manga, acorde con la línea que muestra toda la moto, sus espejos nos ofrecen una buena visibilidad tanto de lo que vamos dejando atrás como de lo que se nos avecina por la retaguardia; aunque los motoristas de hombros más anchos encontrarán parte de su cuerpo reflejada en ellos, necesitando en alguna ocasión apartarlo ligeramente para ver bien ese coche que se nos acerca por el carril izquierdo.
Mejorable en la Kawasaki Z900
Una vez girado el puño, aunque sólo sea unos grados, la conexión del acelerador con la tracción de la zeta resulta muy directa, más aun con el Akrapovic que monta la versión Performance de nuestra prueba.
Esta sincronía es perfecta, excepto en el punto on/off, particularmente con el modo Sport seleccionado, donde muestra un brevísimo desajuste, un leve tirón, aunque, eso sí, tan sólo se aprecia al nivel del matiz.
Precio de la Kawasaki Z900
La versión estándar tiene un precio de 9.799 euros.
Y la versión Perfomance de nuestro reportaje monta cuatro extras sobre esa estándar. Silenciador Akrapovic de carbono, pantalla ahumada, tapa-colín sobre la plaza trasera del asiento y protector del depósito. Su precio es de 11.228 euros.
Opinión sobre la Kawasaki Z900
Una naked que nos coloca sobre ella en una posición muy cómoda, para luego, en marcha, sentir una invitación a la conducción deportiva, que siempre ha representado una nota imprescindible a la hora de definir el carácter de su marca.
Una moto muy sólida, que se siente como un conjunto compacto en cualquier circunstancia, ofreciendo un aplomo soberbio y casi casi la precisión de una doble erre. Una moto en la que hay que subrayar que no se debe mirar a la báscula para hacerse una idea de la ligereza que muestra al conducirla, y de la facilidad que ofrece al girarla, cuando te sientes integrado en ella.
Una moto también muy válida para el día a día, mostrando una soltura impropia de una casi mil a la hora de desenvolverse entre el tráfico de cualquier densidad.
Por último, un modelo competitivo en el precio donde los haya, tanto es así que una temporada más vuelve a apuntar como la moto más vendida de marchas.
Pruebas relacionadas con la Z900
Preguntas más frecuentes
¿Cómo acelera la Z900?
El motor de 4 cilindros ofrece una entrega suave y a la vez muy llena, que empuja desde abajo, para dar un tirón deportivo a partir de las 7.000 rpm.
¿Cómo va en curvas la Z900?
Se siente muy ligera desde que te subes a ella y simplemente la tanteas en parado, por lo que la báscula engaña. Se mete en la curva solo con insinuárselo y es muy ágil en los cambios de dirección. Su aplomo en curvas rápidas es soberbio.
¿Cuánto cuesta la Z900 de 2020?
La versión estándar tiene un precio de 9.799 € Y la versión Performance de nuestra prueba 11.228
Preciosas fotos!!! Espectacular comentario. Enhorabuena.