Desde su aparición en el mercado, allá por 2.013, Yamaha ha vendido en Europa casi 38.000 MT 09, de las que cerca de 8.500 corresponden al ejercicio 2.017, durante el que incluyó en su catálogo esta versión SP. Sport Production son las palabras que justifican esas dos iniciales y que distingue una selecta línea deportiva dentro de la gama que la marca de Iwata pone a la venta.
Aquí os dejo un vídeo, me anticipo y pido perdón por el sonido del viento, al escucharlo hay momentos que se hace desagradable y nos dimos cuenta tarde…
En el caso de la MT 09 SP, es fácil distinguirla por su particular decoración Silver Blue Carbon, así como por la botella dorada del Öhlin STX36 Supersport que monta atrás, lo mismo que por el tono en oro que igualmente luce la horquilla KYB de alta gama. Todo ello, junto con el sistema Quick Shift System del cambio, sólo en sentido ascendente, representa el inventario sobre el que el lector juzgará si merecen los 1.200 euros extras que cuesta sobre la versión normal.
Posición de la Yamaha MT 09 SP
La sintonización con la MT 09 SP se produce de una manera inmediata, a partir del momento en el que soltamos el embrague. La sensación de acoplarnos llega de una forma tan instantánea y tan natural que nos resulta imposible eludir este tópico a la hora de describirla: “Desde el primer momento, la sientes como si fuese tu moto de toda la vida”. Pero no por tópica, la aseveración va ser menos cierta en este caso, con un acoplamiento tan espontáneo que nos vemos obligados a hacer un esfuerzo ahora para analizar y poder describir en estas líneas la postura sobre esta moto que no resalta en ninguno de sus apoyos. Las manos caen cómodamente sobre un manillar plano y amplio, que se sitúa digamos un tanto elevado por encima de la tija superior.
Pero antes de apreciarlo, nos habremos sentado sobre una altura que resulta igualmente algo elevada (820 mm), situando nuestras posaderas en un punto medio de la moto, ni muy adelante ni tampoco muy atrás, aunque el espacio que ofrece el asiento da bastante juego en esta medida, extendiendo su amplitud a la parte trasera para dibujar la forma de triángulo vista desde arriba. Los pies, por su parte, quedan unos centímetros más atrasados, y lo suficientemente elevados del suelo como para permitir una conducción cómoda y deportiva a la vez.
Volviendo al asiento, lo cierto es que si lo observamos al detalle, descubriremos que su tapizado antideslizante, así como su compacto espumado, representan toda una declaración de intenciones para transmitir al conductor, a través de una sólida parte ciclo, toda la información que recogen de primera mano los Bridgestone Battlax S20, y que llega igualmente con una deportiva sensibilidad al manillar y a las estriberas.
3 pistones Crossplane para la MT 09 SP
Esta particular distribución que dirige el calado del cigüeñal, y que reparte las explosiones de los tres pistones a lo largo de las dos vueltas de cada ciclo, le da un carácter inédito. Y así, al arrancar, el sonido al ralentí llega como un ronroneo interpretado por el Akrapovic (accesorio opcional) con su panza de saxo, al mismo tiempo que detrás de él, en los coros, se escucha de una forma muy velada ese característico silbido de todo motor tricilíndrico.
Luego, al abrir gas en la zona media y baja del cuentarrevoluciones, el sonido que emerge de la admisión se siente sencillamente sobrecogedor, y delata a esta MT-09 SP como una auténtica bestia, escondida a duras penas tras su esbelta silueta naked, perfilada con unas líneas al estilo manga.
La entrega electrónica D-Mode de este propulsor ofrece tres gráficas de potencia. Tanto la A como la STD dan al motor una respuesta inmediata a la mínima insinuación sobre el puño, incluso en el primer milímetro de su recorrido, mientras que B da una respuesta algo más pausada, para darnos cancha, por ejemplo, durante esos trayectos cotidianos en los que llevamos la cabeza puesta sobre la reunión de trabajo a la que acudimos o enmarañada en las cuentas que nos ayudarán a acabar el mes.
En cuanto a su control TCS, ofrece también dos modos seleccionables, más la posibilidad de desconectarlo. Su intervención en el modo más intrusivo se deja notar con relativa facilidad, pero en el modo más permisivo, resulta muy difícil provocarle sobre el firme de la mayoría de las carreteras, otra cosa bien distinta es al transitar por el piso sucio o pulido de las calzadas urbanas. En cualquier caso, esta respuesta electrónica da una idea de la forma superlativa en que esta MT-09 SP se coge al asfalto, más allá del compuesto que forja sus neumáticos.
La Yamaha MT-09 SP enfrentada a su rival
La comparación con la Z900 de Kawasaki es inevitable, puesto que no puede haber en el mercado dos rivales enfrentados de una forma más directa. Pasemos a ello, por tanto, y hablemos en primer término de los motores de ambas japonesas.
El tetracilíndrico en línea de Kawa hace una entrega que se siente uniforme y continua desde abajo, con el tacto más parecido en gasolina a un motor eléctrico, para que al final del cuentarrevoluciones se estire con un empuje fulminante, subiendo hasta una cota que resulta tan difícil como comprometida de alcanzar en carretera.
Por su parte, el tricilíndrico de Yamaha, con 847 cc (100 por debajo de la Kawa) y 17 CV (115 declarados) menos, sale con una patada contundente desde el mismo momento de soltar el embrague. Su primer impulso hace pensar en un motor más grande y de sólo dos cilindros, resultando como el primer efecto resaltable del crossplane; pero donde realmente pone de relieve todo su poderío es en la franja media del cuentarrevoluciones, sobre la que el empuje de los 84,5 Nm de par (a 8.500 rpm) resulta rotundo y obliga a afianzarse con todo el cuerpo a la MT-09 SP, para sentirse sobre la rampa de una lanzadera que pondrá la moto de manos en las marchas más cortas, si no inclinamos el tronco sobre el depósito o pisamos el freno como recurso más extremo. Arriba y cerca de las 10.000 rpm, el motor aplaca sus ánimos y suaviza su entrega, haciéndola más llevadera, por ejemplo, al rematar un adelantamiento en una carretera de doble sentido.
En cuanto a la parte ciclo, las dos motos se sienten particularmente ágiles, ofreciendo todas sus facilidades para la conducción; pero, si tuviéramos que señalar una diferencia, diríamos que la Yamaha, con sus 193 kg, se percibe un punto más rápida, o siquiera medio punto más inmediata en el giro para entrar en cada viraje, resultando algo más radical también en los cambios de dirección.
En las curvas rápidas, ambas ofrecen un apoyo soberbio, con la ligera ventaja para la versión SP de la MT-09 que le otorgan sus suspensiones prémium. Si bien es verdad que, afinando nuestra observación, apreciaremos que al pasar inclinados por baches y badenes a buena velocidad, se comporta con un matiz algo más nervioso que la Kawa; nada, en cualquier caso, que no se pueda corregir con la mínima insinuación sobre la amplitud del manillar, para hacer con los brazos las veces de un amortiguador de dirección.
La frenada de la Yamaha MT 09 SP
Tan sólo con mirar las pinzas monobloque de Tokiko y la horquilla KYB invertida y regulable en sus tres parámetros, ya se hará una idea el lector del potencial con el que cuenta la MT-09 SP para detener sus casi dos quintales más el de un servidor encima. Rotunda y progresiva, contundente y mordaz, suave y con una potencia dosificaba al milímetro; así es, en definitiva, la frenada de esta Yamaha y sus dos discos flotantes de 298 mm.
En la parte trasera, no monta un cd, como en otras naked deportivas, sino un generoso disco de 240 mm que garantiza un tránsito horizontal de la moto en plena frenada. Por encima de este disco, se sitúa el reluciente amortiguador sueco con su regulación en extensión y compresión para afinar nuestro seting ideal, ofreciendo en el costado izquierdo un grueso pomo, muy a mano, para regular fácilmente su precarga de cada momento, casi casi sobre la marcha.
Ergonomía de la MT 09 SP
Es realmente llamativo el avance que va experimentando en este aspecto el segmento naked durante los últimos tiempos. Tanto la chepa sobre la que se eleva el tapón del depósito, como la amplias alas que forma el propio tanque de gasolina con sus 14 litros, se agradecen como protección, siendo que al tratarse de una moto desnuda, en principio, uno no cuenta con el cero absoluto en este sentido.
Detalles de la MT 09 SP
De noche
El grupo óptico, con dos grandes leds, abre su haz extendiéndolo y la luz larga se superpone sobre la de cruce para sumar tanto su luminosidad como su alcance. En la parte trasera, dos leds rojos se encargan de balizar nuestra posición para todo aquel que divise la MT09 SP desde nuestra retaguardia.
Información
El display minimalista contiene toda la información necesaria, incluida la temperatura ambiente, por ejemplo, y para dar una idea de su lectura, todos sus datos se descifran sin dificultad con dos dioptrías de presbicia.
Mirando atrás
Los retrovisores ofrecen la visión justa de lo que dejamos atrás o de lo que se nos avecina, con lo que hubiera resultado de agradecer unos espejos convexos, algo más panorámicos. Aun así, lo que alcanzamos a ver, incluso con una envergadura como la de un servidor, es suficiente para circular sin peligro.
El detalle de su portamatrículas anclado al basculante, tomando el recurso tan habitual en el mundo trail, fue incorporado en la última revisión estética de la saga MT-09 y representa un punto de personalidad que caracteriza a esta Naked media-alta.
El Pasajero en la MT-09 SP
Cuenta con un espacio suficiente para cumplir con una excursión dominical, sin tener que pasar al día siguiente por la consulta del fisioterapeuta o la mesa del masajista, pero poco más. Las estriberas, por su parte, dejan las piernas en una postura más bien replegada, que favorece además el acompañamiento a una conducción un punto deportiva, eso sí, contando con que no existe agarre en el fuselaje para las manos.
Yamaha mt 09 precio
10.999 euros
El Akrapovic opcional que aparece en nuestra unidad de prensa representa un suplemento de 1.295 euros.
Opiniones sobre la MT 09 SP 2018
Una naked muy deportiva, que no va a hacerle ascos a pasarse por el circuito en alguna que otra rodada, donde el amortiguador Öhlins, por ejemplo, justificará su sobreprecio con un rendimiento mantenido, que no desfallecerá en todo el día, por muchas vueltas y muy exigente que resulte nuestro ritmo.
Una naked que, por su estrechez, ligereza y agilidad, se muestra como moto ideal para el día a día urbano, combinando, eso sí, como ninguna con las salidas dominicales más divertidas.
Una naked con siglas SP, en definitiva, que se ofrece a un precio contenido, y que los elementos que monta lo hubieran disparado en cualquier otro modelo.