Es más, su sorprendente efectividad fuera de la carretera, con unas estriberas dentadas y una posición cómoda erguida, la convierte en una de la multiusos más amplia y práctica de la categoría. Vamos a analizarla al detalle, punto por punto.
La Postura
El asiento, con su estrecha ergonomía al unirse con el depósito, queda bastante bajo. Hablamos de 840 mm ajustado en la posición más elevada, y de solo 820 en la más baja, por lo que muchos motoristas de las tallas menos grandes llegarán suficientemente al suelo, un auténtico lujo, al tratarse de una trail.
El manillar, particularmente ancho y casi recto, queda más bien arriba y retirado de nuestro pecho, para dejar una plaza francamente espaciosa dispuesta para el conductor.
Las estriberas abajo nos colocan las piernas en una posición muy natural y relajada, para combinar un buen control de la moto y un confort apropiado para cubrir largas etapas, en un viaje más largo aun.
Ese asiento, situado francamente bajo sobre el cuerpo general de la moto, nos lleva a valorar que Triumph ha hecho verdadera magia para conseguir una trail de serie accesible a muchas tallas para las que otras motos del segmento se levantan como una muralla, hasta el punto que miran a otro lado para elegir su próxima moto, o piden esa reducción de altura que ofrecen casi todas las marcas a base de recortar su geometría general y en particular sus suspensiones.
Haciendo curvas con la Triumphf Tiger 850 Sport
Vaya por delante que esta moto llama la atención por su facilidad para mantener el equilibrio completamente en parado, por ejemplo, frente a la línea de un semáforo. No es fácil en cualquier otra moto.
Ni que decir tiene que el giro para entrar en cada viraje, con ese brazo de palanca que ofrece el manillar, tan amplio, ya está casi hecho con el pensamiento. Además, la ergonomía de todo el conjunto ayuda a meterla en la curva con un simple amago de la rodilla exterior para empujar el depósito. Con ello, la llanta delantera de 19” no representa, en lo más mínimo, un lastre, o desde luego no se siente así a la hora de ejecutar un cambio de dirección, por muy rápido que sea, por muy elevada que sea la velocidad, y por tanto mayor el efecto giroscópico de la misma. Además, la estrechez de los neumáticos, con 100/90/19 delante y solo 150/70/17, hacen su aporte a esa facilidad para girar.
En cuanto al paso por curva, se siente bien aplomado, independientemente del tarado trail que muestran las suspensiones en su comportamiento, y la única barrera que encontrarás en la inclinación será el crujido del avisador, al rozar la estribera antes de lo que imaginabas, o antes que otras trail incluso. En cualquier caso, este es el tributo que se cobra la conducción sobre una postura erguida francamente cómoda y natural.
Los Michelin Anakee Adventure que monta de serie ofrecen un comportamiento intachable, con un agarre más que suficiente para cualquier conducción rutera, incluso con un punto deportivo añadido. Servidor tuvo la ocasión de probar a fondo este calzado francés en su presentación internacional a la prensa, llevándolo contra las cuerdas en al menos 8 modelos distintos de trail y maxi trail.
Para facilitar ese agarre en asfalto contamos además con la entrega progresiva del motor, perfectamente graduable con el giro del puño, en cualquiera de los dos modos electrónicos (Ruta y lluvia). Por si fuera poco, el añadido del control de tracción termina de rematar una tranquilidad a la hora de abrir gas cuando todavía vamos en plena inclinación.
El Motor de la Tiger 850 Sport
Ciertamente, en este 888 cc he echado de menos el silbido de sirena característico del tricilíndrico; aunque bien es cierto que en su lugar aparece un agradable ronroneo de gran gato, para que al subir de vueltas con el gas bien abierto, aparezca un bramido grave francamente excitante, contenido en la norma Euro 5, por supuesto.
El empuje de los tres pistones, que comparten cilindrada con las hermanas de 900, es completamente lineal, absolutamente progresivo y predecible, por lo que le hace ideal tanto para el principiante como para el veterano que desea disfrutar de una conducción apacible y placentera, algo bien distinto de una conducción ralentizada.
Aunque la potencia de 85 CV y el Par motor de 82 Nm resultan un pelo recortados frente a las prestaciones de las 900, el empuje se siente lleno de poder en todos los regímenes del cuentavueltas, por lo que hacen de esta Tiger 850 Sport una moto muy válida para viajar con pasajero y cargada con equipaje.
Los dos modos de conducción hacen bastante diferente el tacto del motor en el puño del acelerador, también en su desmultiplicación. Y lo hacen sin necesidad de recortar la potencia en el modo Rain por lo dosificable que resulta aplicar la tracción sobre el asfalto mojado.
Vibraciones
Para los más sensibles, ciertamente se perciben algunas vibraciones; vibraciones que podrán resultar incluso placenteras para los más curtidos por hacerles sentir que van conduciendo una moto viva. En definitiva, este apartado es tan relativo que, a menos que se trate de trepidaciones, resulta difícil precisar a quién le va incomodar, quién lo va a ignorar o quién, incluso, hasta las puede valorar positivamente, en una medida muy contenida, por supuesto. Sin ir más lejos, el que se haya bajado de una clásica fabricada en Milwaukee o en La India.
Embrague y cambio
El primero ofrece un recorrido preciso en cada milímetro, algo que viene muy bien en el campo, si es que nos aventuramos en algún paso un tanto intrincado. Su tacto, por otro lado, es, como se suele decir, de auténtica mantequilla. En general, muy de agradecer para el principiante, a quien facilitará considerablemente su tarea de adaptarse y practicar sobre la marcha en el mundo de la moto.
El cambio ofrece un recorrido muy corto y exacto en la palanca. Su suavidad y efectividad te permitirían cambiar fácilmente sin tocar el embrague y sin la necesidad del quickshifter (solo hacia arriba) que monta de serie. Aun así, este elemento electrónico hace una delicia empalmar marchas solo con el gesto del pie en el carril de incorporación a una autopista.
En el Campo
Sus llantas de aleación y la medida de la delantera, con “solo” 19 pulgadas, pueden hacer pensar en unas prestaciones muy limitadas fuera del asfalto. No es así, en absoluto, y sorprende en cuanto pisas la tierra con ella, al dar bastante más de sí de lo que sugiere esa apariencia.
Las estriberas de contorno dentado, con el relleno de goma desmontable, apuntan a un comportamiento que da más de sí que ese traslado simplón por un camino bien aplanado. Esta Tiger 850 Sport nos deja el cuerpo en una postura erguida muy natural gracias a su ergonomía y a la baja colocación de sus estriberas. De ese modo, podremos hacer unas buenas excursiones trail por caminos rurales y pistas forestales, más aun contando con el excelente apoyo de los Anakee Adventure.
Su altura libre al suelo es suficiente para pasar sobre los obstáculos, o hendiduras, más comunes de un camino, y las suspensiones firmadas por Marzocchi ofrecen un comportamiento impecable en el primer tercio de su recorrido para pasar con una firme estabilidad sobre las irregularidades de la pista. Para ajustar la precarga del amortiguador, disponemos de un práctico pomo en el lado derecho, cuyo accionamiento es tan sencillo que no hace imprescindible bajarse de la moto.
Otra cosa será pretender internarse con esta Tiger por senderos intrincados, con subidas y bajadas apuntando a lo que es una trialera. Ahí dependerá totalmente del nivel del motorista, aunque evidentemente estará fuera del espectro de uso que nos propone Triumph.
El control de tracción desconectable nos facilita la tarea, porque de no ser así y a pocas manos que tengas en el campo, te estaría cortando continuamente, haciéndote la vida poco agradable con el gas. Y para adentrarte en el campo, viajar por autopista o hacer curvas con este inglesa multiusos, puedes enfundarte uno de estos guantes.
La Frenada de la Tiger 850 Sport
Se verdadero calificar de verdadero lujo el rendimiento que ofrece el conjunto Brembo que ha montado Triumph, con pinzas de anclaje radial Stylema y con un doble disco flotante delantero de nada menos que 320 mm. Un equipo sobradísimo en potencia para detener la moto cargada a tope en cualquier circunstancia. Un conjunto, también, que ofrece un tacto ultra preciso en la maneta para regular cada parada a la micra.
Atrás monta un generoso disco de 255 mm, muy conveniente para sujetar el tren trasero, particularmente cuando vayamos bien cargados en una bajada serpenteante.
En la Ciudad
Con esa posición de control total, en la que coloca nuestro cuerpo sobre la moto, y nuevamente con el brazo de palanca que ofrece el amplio manillar, ya se podrá hacer una idea el lector de la soltura con la que se mueve esta Tiger 850 Sport a través del tráfico diario que habita la urbe. Si a eso le añadimos un radio de giro recortado, ganaremos puntos sobre otros modelos en medio de los atascos. Y si además de ello, le sumamos la altura libre al suelo, con la llanta de 19”, sobre una mayoría motociclista de 17, encontraremos una facilidad más para franquear cualquier bordillo y aparcar, correctamente, por supuesto sin molestar.
En la Autopista
Cada vez somos más los que necesitamos transitar a diario por las autovías que circunvalan las ciudades, por lo que no será necesario el gran viaje para catar esta Triumph en ese escenario. Pero si así fuera, si nos adentráramos en esa travesía a lo largo del país, o del continente, contaremos con una interesante protección del cuerpo tras la ergonomía del depósito, con sus 20 litros de capacidad, aprovechando el resguardo de sus alas y de su prominente joroba; dejando a cubierto la parte superior de los muslos y el vientre.
El frontal queda presidido por una pantalla regulable manualmente en varias alturas. Con la más elevada, le tapa a un servidor, con su 1,91 m, el cuello completo, justo hasta el borde del casco. Más abajo, una amplia franja central de pecho quedará a cubierto, dejando expuestos los hombros, además de los costados pero solo si somos particularmente corpulentos.
Una vez sumergidos en el tedio de la autopista, para recorrer kilómetros y kilómetros, la postura trail pura, con esa variación posible del tronco: Hacia adelante para penetrar mejor en el viento o hacia atrás, colgando el tronco del manillar, con cierto estilo custom. Bien, pues esa posición pseudocustom nos hará más llevadero el rollo de la autovía.
Para ese largo viaje, si calculamos un consumo en torno a los 5,2 litros/100, contaremos con una interesante autonomía en cualquier caso por encima de los 300 kilómetros.
Un elemento muy interesante a la hora de cargarla para cualquier viaje sería el caballete central del que carece. Por otro lado, llama la atención la robustez de la pata de cabra y la estabilidad con la queda la moto estacionada sobre ella.
Con Pasajero
De verdadero lujo se puede calificar la plaza que dispone esta Tiger para nuestro acompañante. Con un asiento espacioso, el mullido se muestra lo suficientemente cómodo para hacer kilómetros y kilómetros con nuestro pasajero, sin que por otro lado vaya bailando sobre un apoyo de textura blanda.
Las estriberas, colocadas sobre sólidos soportes, dejan igualmente las piernas del acompañante en una cómoda posición. Para rematar, dispone además de unas amplias asas en los lados, muy sólidas, para no echarse encima de nosotros en las frenadas.
Instrumentación
La pantalla TFT de 5” ofrece una completa información sobre el viaje, sobre el estado de la moto y sobre los diferentes ajustes que hayamos seleccionado. Bien es cierto que algunos datos accesorios, como la hora o la temperatura ambiente, no se descifran si sufres una presbicia, por ejemplo, de 2,5 dioptrías. Por el contrario, si gozas de una buena vista, no tendrás problema para leer esos números.
La piña izquierda muestras dos pequeños detalles, muy pequeños, para perfilar en futuras ediciones. Es fácil confundir el tacto del pulgar el jostick que selecciona el menú con el conmutador de los intermitentes. El otro es sobre el pulsador de la bocina, mostrando una lengüeta que sobresale de la piña. Resulta relativamente fácil hacerla sonar involuntariamente.
Precio de la Triumph Tiger 850 Sport
Teniendo en cuenta la calidad general y el mimo en el remate que pone Triumph en todos sus modelos, los 12.195 € que cuesta resulta un precio bastante contenido.
Por supuesto, también se ofrece una versión limitable. En este caso con el puño APS y la centralita gratis.
Apuntamos las revisiones cada 10.000 km o doce meses, lo que da un margen suficientemente largo para disfrutar de todas las bondades que nos brinda esta inglesa.
Y por último en este apartado, la marca de Hinckley ofrece más de sesenta accesorios posibles para personalizar vuestra Tiger 850 Sport, con dos tipos de maletas además.
Opinión sobre la Triumph Tiger 850 Sport
Como hemos visto una moto muy polivalente. Excelente compañera en el día a día urbano, para cualquier recado, e ínter urbano, por supuesto; muy divertida en la salida dominical por las carreteras favoritas de cada motero; excelente para conducir acompañados tanto en cortos trayectos de ciudad como en largos viajes, y finalmente una trail con un comportamiento mucho más que digno en el campo.
Por supuesto, un modelo ideal para iniciarse con el A2; pero también perfecta para el motorista más veterano que viene ya de vuelta de las salidas fulgurantes con prestaciones de vértigo.
Pruebas Relacionadas
Preguntas Frecuentes
¿Cuánto pesa la Triumph Tiger 850 Sport? Su peso en seco es bastante contenido, 192 kilos.
¿Es muy larga la Triumph Tiger 850 Sport?
Ni muy larga, ni corta para su categoría, podemos decir que en su justa medida. La distancia entre ejes es de 1.556 milímetros.