Los tricilíndricos de Triumph, que ahora representan una impronta personal de sus gamas modernas, aparecieron a principios de los setenta, precisamente, con la primera Trident. Las marcas inglesas entonces, como la propia Triumph y también BSA con su Rocket 3, debían hacer frente a la horda japonesa que les echaba encima la terrible potencia de sus tetracilíndricos.
Esta 660 actual llega para cubrir un hueco que ha dejado en parte la Street Triple, creciendo en cilindrada y potencia. La nueva 660 y la 760 comparten algunas bases propias de la marca de Hinckley, pero esta Trident de 2022 presenta nada menos que 80 modificaciones y recursos bien diferentes de su hemana la Street. Pero vayamos a ver cómo se comporta y sobre todo qué sensaciones transmite en marcha esta sencilla y personalísima inglesa.
Posición de la Trident 660
Pues podríamos comenzar por definirla globalmente como lo que sería una sport-touring en el mundo naked, simplemente eso.
Pero esa es una definición meramente conceptual, y que va muy bien para los catálogos y el texto al pie del stand en una feria, pero lo que el motorista quiere conocer al detalle es cómo se va a sentir subido a esta Trident 660. Vayamos a ello.
Podemos empezar por decir que de lo más natural. Efectivamente, una postura totalmente natural desde el momento en el que alzas la pierna sobre el asiento y te acoplas a esta Triumph. Las manos van a buscar el manillar como si lo hiciesen por instinto propio y la plaza que dispone el asiento para el conductor es generosa, y permite sentarnos bastante atrás para conseguir un mejor brazo de palanca de las rodillas sobre un depósito que muestra una eficiente ergonomía.
Finalmente, los pies, bien calzados con algunas de estas botas, se posan sobre unas estriberas colocadas más atrás y más arriba de lo que sería el punto medio para una naked. Y si por último tenemos que encuadrar esta Trident entre esas motos que te sientes encima de ellas o las que vas integrado en su estructura, claramente es de las segundas, por su posición y por su ergonomía del depósito.
En conclusión, ¿qué tenemos? Pues exactamente lo que sería una postura sport-touring para una moto desnuda.
El Tricilíndrico
Triumph ha realizado un trabajo de modelación electrónica sobre la curva de potencia que cualquiera diría que han echado mano de la paleta del pintor para hacerlo.
Con tan sólo 660 cc exactos, los tres pistones desarrollan en conjunto unos bajos de camión desde el mismo ralentí. No en vano, desde que iniciamos la marcha, está desarrollando el 90º de un par motor que alcanza los 64 Nm, su máximo, al llegar a las 6.250 rpm.
Por otro lado, la suavidad del tricilíndriclo, su finura, hacen pensar en un tetra durante más de un momento de la marcha, sin percibir otra cosa parecida a las vibraciones que un leve cosquilleo transmitido en los extremos del manillar.
Al hablar del empuje, no sólo no tiene ni un solo punto de inflexión, sino que mantiene una aceleración progresiva hasta su punto máximo, allá en las 10.250 rpm, donde entrega sus 81 CV. Una aceleración predecible que difícilmente pondrá en un aprieto al motorista principiante.
El Consumo
Resulta muy contenido, para las prestaciones que desarrolla esta 660, y más aun teniendo en cuenta que, dada su condición de naked, carece de cualquier carrocería que lo optimice en la autopista. Hemos registrado una cifra media por debajo de los 5 litros a los cien, 4,92, para ser exactos; lo que nos da una autonomía en torno a los 300 kms, con los 16 litros que caben en el depósito.
El Cambio
Ofrece un tacto preciso, con un recorrido muy corto, dejándote la sensación de que la marcha ha quedado totalmente engranada cada vez que accionamos la palanca. Por otro lado, su escalonamiento se percibe perfectamente ajustado a la entrega del motor, pudiendo empalmar una marcha con otra, en una aceleración continua que no pierde ni un newton de impulso en cada paso a la siguiente marcha.
El Embrague
De accionamiento por cable, ofrece un tacto de mantequilla bajo los dedos, con una precisión que nos permite graduar su accionamiento al milímetro. Para dar una idea, esta Trident 660 puede marchar a un ritmo de desfile en paso lento sin mayores complicaciones. Cuenta además con un sistema antirrebote que suaviza y hace más progresivas las retenciones más extremas, haciendo elástica la compresión con la que trabaja el tricilíndrico.
Haciendo curvas con la Trident 660
Ligera, muy ligera, estrecha, compacta, muy compacta, dócil y muy precisa. Con estas aptitudes, ¡qué podemos esperar!
Lo cierto es que al entrar en el viraje, esperas una reacción tan instantánea que hasta te podría resultar prematura. Pero no es así. La Trident se tira a por el viraje de forma inmediata, sí, pero con sobriedad, con mesura; de manera que puedes regular al grado, o al minuto angular, la inclinación inicial para entrar en la curva, y no digamos ya la tumbada durante el paso por curva. Además, al hacer ese trazado rápido, el aplomo se siente sólido como una viga. Es algo que nos ha sorprendido, en una moto tan corta y tan ligera, de la que esperábamos cierto nerviosismo yendo a alta velocidad. Y no es así, en absoluto.
Al negociar los cambios de dirección más exigentes, a una buena marcha, la Trident pisa con firmeza, lo mismo que al hacer una curva larga y muy rápida, incluso con alguna ondulación sobre el firme, esta inglesa mantiene la compostura y por supuesto la trayectoria al milímetro, sin el más mínimo indicio de que vaya a descomponerse. Sin duda, ese giro menos instantáneo que apuntábamos representa un peaje despreciable para disfrutar de este aplomo en cualquier circunstancia a cualquier velocidad.
Suspensiones
En general, logran ese difícil equilibrio entre estabilidad y comodidad, si bien es verdad que se decanta en alguna medida por el primer concepto, la estabilidad. La horquilla realiza su trabajo de absorción impecable en las frenadas, manteniendo el aplomo del conjunto y la firmeza de nuestra trayectoria durante toda la retención.
En cuanto al amortiguador, mantiene el tren trasero bien apoyado sobre el asfalto, cuando aplicamos toda la tracción, tanto en vertical como yendo inclinados.
La Frenada
Muy precisa en todo el recorrido de la maneta, y siempre con una capacidad superior a la frenada que necesitemos aplicar en cada momento, por muy extrema que ésta resulte. Vamos, que de potencia, con los dos discos de 310 mm y las pinzas Nissin, va más que sobrada.
El disco trasero de 255 mm cumple con un notable su función geométrica de mantener la moto lo más horizontal posible durante la retención, en buena medida, gracias al trabajo de extensión que aplica el amortiguador sobre el basculante.
El ABS es desconectable, y cuenta con un software muy preciso, para la categoría y sobre todo para el precio de esta Trident 660; permitiendo u n deslizamiento insignificante del neumático, que apenas rondará el centímetro y que el más principiante ni siquiera percibirá, llegado el caso. De este modo, la eficacia de la frenada óptima, incluso con el ABS actuando sobre las pinzas.
La Electrónica
Es sencilla, pero de lo más eficaz. Dos únicos modos de conducción: Ruta y Lluvia, que quedan bien diferenciados en su forma de entregar la potencia para esas dos condiciones. Un control de tracción tan racional como eficaz, que lleva el empuje de la rueda trasera justo hasta el límite de su adherencia, incluso un pelín más, lo mínimo para que derrape y muy lejos de que pierda la trayectoria.
Triumph ofrece además, por 230€, el módulo de concetividad «My Triumph» para poner en contacto nuestro teléfono con la Trident 660. De esta forma podremos ver con símbolos y flechas el navegador de Google sobre la esfera digital de la moto, y mantener subidos a la moto la gestión de llamadas y mensajes.
Además del ABS y sus características mencionadas, el paquete electrónico cuenta con un control de crucero, mientras que todo queda supervisado por el reloj esférico centrado sobre el manillar, que, con su forma personal, nos muestra sus cifras y diagramas en formato digital, con un tamaño suficiente como para distinguirlas sin problemas, sufriendo una presbicia de 2,5.
El control electrónico se ejerce cómodamente desde la piña izquierda, con una estratégica distribución de sus botones.
Complementos
Los retrovisores muestran una generosa perspectiva de lo que se nos aproxima por la retaguardia, gracias a su extensión y a su colocación estratégica sobre un manillar, que sin ser el más ancho, da de sí lo suficiente para que los hombros de un tipo corpulento sólo tapen una pequeña porción de esos espejos.
Y tanto el faro personalísimo como toda la señalización luminosa cuentan con tecnología led, con unos llamativos intermitentes direccionales. En cuanto al haz que proyecta la luz de cruce es amplio e intenso y el que lanza al horizonte la de carretera es suficiente para las prestaciones que desarrolla esta Trident 660.
Mejorable
El tacto del amortiguador trasero se percibe con un toque de deportividad y cumple muy bien, como hemos apuntado, en el momento de su extensión. En cuanto a la compresión, hace su importante aporte al aplomo de la moto, pero es verdad que al pasar por encima de alguna irregularidad, como pueda ser una banda de las que colocan los ayuntamientos para retener la velocidad de los vehículos, se muestra seco y contundente. Por lo que el que tenga delicada la zona lumbar, lo percibirá especialmente.
Precio de la Triumph Trident 660
Es uno de los atributos más destacados que muestra esta 660. Realmente a tener muy presente a la hora de hacer tu elección; ya que cuesta sólo 8.345 euros.
Nuestra opinión sobre la Trident 660
Una moto a la que te acoplas de forma natural, sin pensarlo, gracias a su ergonomía y al diseño de toda su estructura. Una moto compacta y a la vez ligera, que se tiene sobre el asfalto con un aplomo soberbio a cualquier velocidad, tanto en recta como en curva. Un modelo ligero, que te llevas puesto desde el momento en el que sales de tu garaje y giras en la primera rotonda, con una precisión milimétrica tanto para abordar la curva como para ajustar el ángulo de inclinación que deseas.
Una Triumph con un tricilíndrico sorprendente, que siendo el más pequeño de la gama, muestra los bajos propios de algunos de sus hermanos mayores; pero además desarrolla su potencia con una aceleración llena y progresiva, que hará las delicias del motorista más experimentado, lo mismo que cubrirá con creces las expectativas del principiante que haya elegido esta Trident 660 como primera moto, o como segundo escalón tras el paso por la categoría de 125.
Un modelo también ideal para el día a día, moviéndose con agilidad en el medio urbano, y resultando divertida como pocas en cada salida dominical. En definitiva, una moto muy sencilla de conducir, a un precio súper competitivo, con una electrónica justa pero eficaz, y unas prestaciones que pueden satisfacer a una gran mayoría.
Pruebas Relacionadas
Preguntas frecuentes
¿Cuánto corre la Triumph Trident 660?
Haciendo el cálculo con su desarrollo en sexta y las 10.250 rpm a las que rinde la potencia máxima, nos da una cifra que roza los 200 km/h. No tuvimos la ocasión de hacer esta comprobación en la práctica, ya que no consideramos un modelo para llevar al circuito.
¿En qué colores se vende la Triumph Trident 660?
En negro y en otras tres combinaciones que juegan con el rojo, el naranja, el blanco mate o el gris.