A lo largo de la historia ha habido varios factores de influencia para el diseño de diferentes tipos de cascos para motos. Claro está que los primeros diseños fueron pensados como un mecanismo de seguridad y protección ante accidentes. Pero otros fabricantes se han orientado después de una forma diferente, más bien a cubrir el factor estético, tanto para acoplar sus diseños a la estética de algunos tipos de motos; como para estilizar la apariencia de los propios motoristas.
Los tres grandes tipos de cascos para motos
Respecto a la pregunta de cuántos tipos de cascos existen para motos , la respuesta puede variar entre unos y otros expertos. Esto se debe a que algunos de los cascos, pese a ser diseñados pensando en diferentes factores de seguridad y estética, resultan finalmente muy similares entre sí. Sin embargo, la tendencia más generalizada nos lleva a diferenciar tres grandes tipos de cascos para motos; dentro de los cuales se pueden incorporar otros «subtipos» o modelos más específicos. Sepamos a continuación cuáles y cómo son:
Cascos clásicos
Cómo su nombre indica, los cascos clásicos son los más antiguos dentro del motociclismo. Era muy común verlos por todos lados y durante todas las épocas del año, ya que, al fin y al cabo, son los que mayor tiempo han estado en el mercado. Sin embargo, desde hace unos cuantos años han empezado a desaparecer gradualmente en sustituciones de otros nuevos tipos de cascos. De hecho, hace tiempo que distintos gobiernos e instituciones competentes proponen y promueven su veto del mercado.
En concreto, toda esta negatividad que rodea a los cascos clásicos recae en el hecho de que son muy poco seguros. La capacidad de que tienen para absorber impactos y el rango de cobertura craneal son factores muy limitados, en muchos accidentes son incluso inútiles. La razón: estos cascos tienen una forma muy simple, los primeros diseños de este tipo solo cubrían la mitad superior del cráneo; sin protección para las orejas, el rostro ni mucho menos el cuello.
Los cascos clásicos también pueden ser reconocidos bajo el nombre de cascos abiertos. Una versión mejorada de los mismos brinda protección para las orejas, en cierta medida para el cuello, e incluyen una pantalla de protección ocular. Estos últimos son conocidos como cascos Jet, que podríamos considerarlos como un puente evolutivo entre los cascos clásicos y los integrales.
Cascos integrales
Al igual que en el caso anterior, el nombre de estos cascos también es intuitivo. Los cascos integrales fueron los primeros pensados para ofrecer una protección completa, es decir; integral. Para ello, son elaborados con materiales de alta tecnología como el termoplástico o las fibras de kevlar, de carbono o de vidrio, y también con factura tricomposite. Son fabricados en una sola pieza que incluye protección para la cabeza, las orejas, el cuello, los ojos, el rostro y la mandíbula. Me gusta pensar que son el equivalente moderno de los cascos usados por diferentes caballeros de la edad media, como los templarios.
La alta seguridad de los cascos integrales no es motivo para pensar que sean poco atractivos. Por el contrario, son unos de los más estilizados del mercado; ya que pueden incorporar distintos relieves (decorativos o utilitarios) sobre su superficie sin perjudicar en lo absoluto su capacidad protectora. Además de ello, las formas aerodinámicas de muchos de ellos estilizan su silueta, proyectando una imagen particularmente deportiva.
Debido a su protección integral de una sola pieza, estos tipos de cascos para motos son habitualmente conocidos como cascos cerrados. Y precisamente de este mismo hecho se desprenden sus dos principales (y prácticamente únicos) inconvenientes: pueden resultar un tanto incómodos, según para quién, y en los días de calor, pueden sentirse algo asfixiantes.
Tomando este tipo de casco como base, podemos mencionar otros tres subtipos más específicos, cada uno diseñado para atender mejor ciertas necesidades de mayor protección o ligereza. Por ejemplo, podemos mencionar los cascos Off-road que normalmente se usan en competiciones de enduro y motoscross, también están los cascos sin protección maxilar para practicar trial y los cascos integrales ultraligeros para motos tipo trail.
Cascos modulares
Podríamos decir que, dependiendo de cómo se miren; los cascos modulares son los tipos de cascos para motos más prácticos. Son fabricados con los mismos materiales que los cascos integrales, pero a diferencia de aquellos éstos no se elaboran a partir de una sola pieza. Específicamente, se componen de dos piezas: la pieza base es prácticamente un casco tipo Jet, sobre la cual se monta una segunda pieza articulable para proteger el mentón. De hecho, si antes mencionamos que los cascos Jet son un intermedio entre los clásicos y los integrales, también podríamos decir que los modulares están entre los Jet y los integrales.
Como resultado, cuando se viaja en la moto se puede bajar la articulación para obtener la protección de un casco integral, mientras que al estar parado o desplazándose a muy baja velocidad la protección maxilar se puede subir para darle al rostro una bocanada de aire durante los días de calor. Es en ese sentido que estos cascos pueden ser considerados como los más prácticos. Que por cierto, debido al movimiento de su articulación también son conocidos como cascos abatibles.
Por otro lado, a pesar de que son muy útiles para la ciudad; estos tipos de cascos para motos pueden llegar a ser un problema más que un seguro en determinados accidentes. El inconveniente es que el sistema de articulación se podría trabar en caso de recibir un impacto fuerte y directo, por lo que puede suponer un problema a la hora de que los camilleros deban retirarlo. La posibilidad de que este escenario ocurra es mínima, pero es una posibilidad a fin de cuentas. Además de esto, este tipo de casco es por mucho el más pesado de todos.
Un detalle importante a tener en cuenta, que los diferencia de los cascos integrales, es el peso extra que suponen los mecanimos para hacer abatible un casco modular.
¿Cómo elegir bien entre los distintos tipos de cascos para motos?
Es muy importante saber cómo elegir bien entre los distintos tipos de cascos para motos por varias razones. La principal y más obvia tiene que ver con la capacidad de protección que tenga cada uno. En este sentido, sin lugar a dudas; los mejores son los cascos integrales.
El punto siguiente es determinar correctamente cuál es nuestra talla. De nada sirve llevar un casco integral si te queda holgado y se te saldrá de la cabeza durante un accidente. Que por cierto, se calcula que aproximadamente en un 20% de los accidentes de motos, el casco sale volando dejando al descubierto la cabeza del piloto. Por eso importante que eches un vistazo a nuestro artículo sobre cómo elegir la talla de un casco para moto. Pero desde este momento te adelantamos que si un casco integral no te genera cierta incomodidad, entonces no es de tu talla.
Para terminar, personalmente he preferido los cascos integrales incluso desde la época que pase rodando con una scooter, que no importa por dónde se mire no hacen juego. Y es que prefiero la incomodidad, el sudor o la falta de estética antes que partirme el cráneo por usar un casco menos seguro. Según la OMS usar un buen casco reduce el riesgo de muerte hasta en un 40% y las lesiones craneales severas en un 70%.