Existe una triste realidad en España, que consiste en la constante oferta de bienes a través de subastas públicas realizadas por las diferentes administraciones, a causa de la mala situación económica de algunas personas o empresas. Podemos estar hablando de bienes inmuebles, de vehículos, de obras de arte… Aunque en este caso, lo que más nos interesa son las subastas públicas de vehículos, y más concretamente de motos, que por supuesto también pueden ser objeto de subasta. Y es que en la categoría de “Vehículos”, todos tienen cabida.
Hay una gran cantidad de organismos que se encargan de realizar subastas públicas de vehículos, pero los principales son: los Juzgados, Hacienda y la Seguridad Social. Sin embargo, también las puede realizar la Guardia Civil, los ayuntamientos, las diputaciones… Cada organizador tiene unas condiciones particulares, que tenemos que conocer antes de presentarnos a la subasta que realicen. Esto es muy importante.
¿Cómo funciona una subasta pública?
Hay una gran cantidad de organismos que se encargan de realizar subastas públicas de vehículos, pero los principales son: los Juzgados, Hacienda y la Seguridad Social. Sin embargo, también las puede realizar la Guardia Civil, los ayuntamientos, las diputaciones… Cada organizador tiene unas condiciones particulares, que tenemos que conocer antes de presentarnos a la subasta que realicen. Esto es muy importante.
Para poder participar en una subasta, siempre debemos dejar un depósito, que suele oscilar entre el 5 y el 30% del precio de subasta. Debemos hacer ese depósito, y nos darán un justificante tras pagarlo. Hay tres formas de pujar en una subasta:
- Sobre cerrado con la oferta: este sobre se entregará en Secretaría antes de la subasta. El plazo para entregarlo es variable, porque depende de la Administración competente. El sobre de la oferta debe acompañarlo siempre con el resguardo del depósito.
- Licitar en persona: el día y la hora de la subasta debemos presentarnos en el local donde se celebre, con la documentación necesaria para que nos identifiquen (DNI o equivalente) y presentar el justificante de depósito. Una vez hayamos pasado este breve control, empezará la subasta, donde los participantes irán haciendo a viva voz sus ofertas. Podremos aumentarlas siempre que nos interese.
- Licitar de las dos formas: podemos presentar el sobre y también acudir a la subasta en persona. Esta opción es bastante aconsejable, ya que podemos presentar el sobre con una oferta baja, y luego en persona subirla si realmente nos interesa.
- Subastas online: algunas administraciones celebran la subasta a través de la red, de forma electrónica. En otras, se celebra la subasta presencialmente y también de forma electrónica.
Posibles riesgos y consejos para evitarlos
Antes de nada, hay que dejar claro que los vehículos que se ofrecen en las subastas no son vendidos de forma voluntaria por el propietario, sino que éste se ve obligado a venderlos para pagar una deuda que tiene pendiente, ya sea con una administración pública o con una empresa privada. Por ello, el estado de conservación, la documentación o el estado de funcionamiento pueden no estar en orden. Por ello, es importante tener claro que la moto por la que queremos pujar esté en las mejores condiciones posibles, dentro de lo que cabe.
Nosotros no queremos que posibles asistentes a una subasta de este tipo se lleven una desagradable sorpresa, por lo que te presentamos varios consejos que, garantizamos, servirán de mucha ayuda:
- Hay que saber si la moto está libre de cargas o no: esta información se puede buscar en el expediente de enajenación o subasta y hay que conocerla, obviamente.
- Inspección del vehículo antes de la subasta: esto es posible, ya que los vehículos a subasta suelen encontrarse antes de la fecha de la misma en aparcamientos privados o de alguna administración. Tenemos la posibilidad de inspeccionarlos previa cita o en los horarios que aparecen indicados en la documentación de la subasta durante los días anteriores a la celebración de la misma. En ocasiones, el que gana la subasta también tiene que abonar el precio del aparcamiento.
- La documentación del vehículo: puede estar o no, al igual que las llaves. No siempre las administraciones ofrecen toda la información sobre el estado de la documentación. Hay que encontrar la manera de encontrarla.
- Las pujas son firmes y antes de comenzar la subasta hay que hacer un depósito determinado: este depósito suele ser un 20 o un 30% del valor de tasación. Si el que gana la subasta se retracta, perderá su depósito y además podría verse obligado a pagar los costes y daños y perjuicios.
Preguntas frecuentes sobre subastas públicas de motos
⭐¿Cómo puedo acceder a subastas de vehículos?
Los ayuntamientos, las Comunidades Autónomas (y sus distintas administraciones) y ministerios varios venden sus vehículos en subasta, y evidentemente tienen la obligación de anunciarlo en el BOE o en su propio Boletín Oficial. Además, el Ministerio de Hacienda tiene en su página de Internet un espacio dedicado a las subastas de vehículos. Simplemente buscando en Internet podemos encontrar muchas opciones muy interesantes.
⭐¿Cuáles son los puntos positivos de las subastas públicas de motos?
Podemos acceder a una moto que sería complicada encontrar por otra vía. Además, podemos adquirir una buena moto a un precio inferior al que marca el mercado. Tenemos que ser inteligentes pujando, eso sí, para no pagar más de la cuenta tras una revisión previa de la moto que sea de nuestro interés a priori.
⭐¿Y los puntos negativos?
A veces puede pasar que las motos no estén en plenas condiciones, que estén algo defectuosas o que no vengan con la documentación en regla. Como los vehículos que se subastan no tienen en absoluto la obligación de estar a la orden del día, nos podemos llevar alguna que otra sorpresa no muy agradable. Sin embargo, todo es cuestión de conocer el producto por el que estamos pujando, y por eso es importante informarse bien antes del día de la subasta.
Siendo una subasta publica, realizada por entidades gubernamentales, antes de proceder a la subasta deben purgar en bien para que antes de pasar a otra persona , èsta no se encuentre con el problema que sobre ese bien existe algún tipo de denuncia por la que el nuevo adquiriente tenga que pasar y asumir, con las consecuencias que puede verse inocentemente involucrada en algún tipo de delito, y esto es responsabilidad de la entidad subastadora o rematadora del lote de bienes que involucren la subasta. No se trata de vicios ocultos que pueda tener el bien, sino de un hecho grave que tenga que asumir, poniendo en riesgo su inversión y su libertad al quedar sujeto a un tipo de delito que no cometió.