Cómo pulir los faros de nuestra moto

Hemos pensado escribir este artículo como un tutorial, para que los motoristas que lo deseen, puedan pulir o corregir el aspecto de los faros de su moto. Y es que a medida que pasen los años, nuestros faros irán perdiendo irremediablemente su magnífico e impoluto aspecto. La constante exposición al sol, por ejemplo, hace que tengan una apariencia translúcida, dando la sensación de que está sucio, de un color tirando a amarillo oscuro. Realmente, dar solución a este problema es bien sencillo, y no necesitamos que se encargue un profesional con pulidora. Sigue leyendo para saber cómo lo puedes hacer.

Materiales que debemos utilizar

Antes de saber los pasos a seguir, evidentemente tenemos que conocer los materiales que necesitamos para realizarlos de una forma adecuada. Son los siguientes:

• Cinta de carrocero: este material lo usaremos si no queremos estropear los cromados que rodean nuestro faro. Antes de empezar con el proceso de pulido, debemos protegerlo con la cinta.
• Lijas de agua: depende del estado en el que se encuentre el faro, usaremos un grano diferente. Cuanto más estropeado esté, es más recomendable empezar con una lija de menos grano e ir utilizando lijas de mayor grano progresivamente. Eso sí, aunque no esté tan dañado, se deben utilizar por lo menos tres lijas de manera progresiva (grano 800, 1000 y 2000: lo más recomendable)
• Pulimento: te vale cualquiera, pero intenta buscar siempre opiniones en Internet sobre cuál es el más adecuada para un faro de moto. Encontrarás modelos, seguro.
• Un trapo de algodón: pero no cualquier trapo. Tenemos que utilizar uno que no suelte ni pelusas ni hilos.

Cómo pulir un faro: todos los pasos que debes seguir

En primer lugar, lo que haremos es proteger el borde del faro con la cinta de carrocero, para no arañar nada que no sea el cristal. Esto hará que no se estropeen los cromados del faro, conservando así su estética. Después limpiaremos la superficie completamente, ya que incluso el grano de arena de tamaño más insignificante puede dañar el vidrio.

Después mojamos nuestra lija de agua de grano 800 en un cubo lleno de agua. Una vez hayamos frotado bien toda la superficie del faro, lo limpiaremos con un trapo cualquiera y con algo más de agua. La primera lijada suele dejar el faro bastante mal, pero no hay de qué preocuparse: conforme vayamos utilizando las otras lijas de forma progresiva los rayones y los desperfectos irán reduciéndose hasta desaparecer.

Repetimos el proceso con la lija de grano 1000, también con agua abundante, y lo mismo después con la lija de grano 2000. Es sumamente sencillo, pero hay que tener paciencia: la progresividad en el uso de las lijas de agua es crucial. Una vez hayamos terminado con la lija de 2000, limpiaremos perfectamente toda la superficie de impurezas con ayuda del trapo que utilizamos en el anterior paso.

Tras haber completado la limpieza de la superficie con el trapo, entrarán en juego el trapo de algodón y el pulimento. Impregnamos el trapo ligeramente (recomendamos que no os paséis echando mucho) para después frotar el vidrio con fuerza. Después, limpiaremos de nuevo la superficie, con ayuda de un trapo con agua o con alcohol. Si queremos que el faro quede especialmente impecable y hacer que el pulimento aguante durante más tiempo, podremos aplicar un barniz transparente para plásticos.

Si sigues los pasos correctamente, te garantizamos que tus faros brillarán casi como el primer día. Esta forma alternativa de pulirlos es bastante sencilla y mucho más barata que acudir a un profesional a que lo haga por nosotros. Eso sí, deberás tener mucha paciencia, puesto que tienes que repetir el mismo proceso, aunque sea con lijas diferentes cada vez, hasta llegar al  acabado final.

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