La Streetfighter V4 S una luchadora de la calle
El origen de este particular tipo de motos es tan ocasional como curioso. Las streetfighter empezaron a crearse a partir de una deportiva a medio siniestrar, preferentemente en la parte frontal. Se le despojaba de los restos de la carrocería, se le desmontaban los semimanillares y se le acoplaba un único manillar plano. Así se creaba el concepto.
Sin embargo ahora, al contemplar la arrebatada belleza de esta criatura diseñada en Borgo Panigale, ¿alguien puede deducir que su origen es el de una deportiva siniestrada?
Veamos, en cualquier caso y sobre la marcha, hasta qué punto el comportamiento de esta luchadora, y sobre todo las sensaciones que transmite al conducirla, están emparentadas con su hermana deportiva, la Panigale, o incluso con otras doble erre.
La Streetfighter tiene una plaza grande
Francamente, llama la atención lo espaciosa que resulta para el piloto. Con 1,91m de estatura, pude acoplarme con naturalidad a todo el fuselaje de este pepino, que ofrece unas formas perfectamente diseñadas para sujetarte a él y fundirte con su estructura en cada viaje, en cada aceleración y en cada frenada.
La posición de la Streetfighter
El manillar plano, lo suficientemente ancho, queda colocado lo más abajo posible, dentro de lo razonable que admite este tipo de guía. El asiento se sitúa más bien elevado (845 mm), presentando su debida estrechez en la parte delantera, que entre otras cosas, facilitará el alcance del suelo para las tallas menos grandes. En cualquier caso, llama la atención la elevación del colín, que exige incluso a los más altos elevar bien la pierna para pasarla por encima de él al subirse a la Streetfighter.
Al terminar de acoplarnos, colocando los pies sobre las estriberas, las encontramos justo un punto delante y otro más bajo de donde las colocaría una doble erre.
El resultado es una postura de lo más natural para una conducción concentrada y deportiva, incluyendo el paso por las curvas más rápidas de nuestros circuitos, a toda velocidad.
Cómo se siente la V4S en marcha
Ligera y muy compacta: ésa es la primera sensación que se percibe, simplemente al tantearla en parado; porque a continuación, después de cubrir los primeros metros, sentiremos que vamos subidos a un bloque tan sólido como el pilar de un puente. Esta sensación ya nunca se pierde, ni aun pasando con el gas abierto sobre el firme ondulado del viraje más rápido, ni sobre el suelo jabonoso que deja la niebla y el relente; simplemente al pasar por los vigilantes que colocan los ayuntamientos para aminorar la velocidad, nos quedará clara la impresión que ese bloque es imposible que se descomponga.
Esa percepción tan sólida que nos transmite esta Streetfighter crea en cualquier circunstancia una confianza y una seguridad, que difícilmente lograrán rematar otros modelos de una forma tan contundente.
Como complemento deportivo a esta compacidad, su pisada resulta tan precisa que puedes apuntar, desde lo lejos, al vértice de la curva más rápida de la pista, y pisar exactamente, al milímetro, justo en la tecla del piano que hayas elegido en la distancia.
En cuanto a la maniobra del giro para entrar en cada viraje, se ejecuta con la misma exactitud e inmediatez que cabe esperar de un conjunto tan firme. Basta con una insinuación de la cintura, con un guiño al contra manillar, y la Streetfighter se tira a por la curva justamente en la medida y en el grado que se lo ordenemos casi con el pensamiento.
En definitiva, un conjunto ciclo con el que sintonizas desde el primer momento en el que empiezas a creértelo, y en el que sientes, no solo que está hecha para ti, sino que se coloca presta a responderte con la atención de un pastor alemán adiestrado para concurso. Por último, su grado de inclinación en pista se antoja infinito, o tal y como es su origen: de MotoGP, más aun calzando los Pirelli Diablo Supercorsa SP que monta de serie, uno de los neumáticos que mejor guardan el complicado equilibrio entre la calle y la carretera, siendo su origen la homologación para la vía pública y no el circuito con licencia administrativa fuera de él. Por todo ello, es seguro que te hará falta mirar un artículo como éste para reponer tus deslizaderas con asiduidad.
El motor V4 de la Streetfighter
Antes de entrar en materia sobre esta obra maestra de la tecnología más vanguardista, implantada en el manillar plano directamente de MotoGP, puntualicemos que la versión 2021 presenta como principal novedad, respecto a la primera edición, el cumplimiento de la severa norma Euro5.
Y lo primero que nos llama la atención es que el corazón de un propulsor de semejantes prestaciones haya pasado por el rasero de esta normativa, dejando además en el aire un rugido exclusivo y rabiosamente embaucador, como banda sonora para el brutal potencial que es capaz de desarrollar sobre el asfalto.
Bien. Pulsamos el botón de arranque, y el rumor grave de los 1.103 cc se deja escuchar al ralentí como el ronroneo de un felino gigante. A continuación, cuando tiramos del embrague, la maneta se siente suave y precisa al milímetro; y más aun cuando la soltamos, para que empecemos a sentir un empuje tan delicado como lo deseemos, pudiendo resultar tan lento y pausado que es capaz de desfilar en una cabalgata, sin toses ni protestas, mucho menos con tirones.
Este comportamiento tan civilizado no es más que una muestra de la docilidad que esta bestia parda va a desarrollar hasta el mismo corte del encendido, allá por las 13.000 rpm.
Por otro lado, el tirón del V4 es una proyección de la solidez que transmite la parte ciclo, un empuje compacto y monumental que nos va a elevar hasta cotas insospechadas, hace apenas un lustro, en el mundo del manillar plano.
Pero lo más llamativo de este empuje es la milimétrica progresión con la que se desarrolla. Esta cualidad, unida a la compacidad de toda la parte ciclo, hacen por sí sola a esta Streetfighter una super naked totalmente controlable, que no nos va a dar sorpresas desagradables, ni nos va a colocar, en absoluto, sobre situaciones comprometidas que no busquemos nosotros mismos, de una forma intencionada o negligente. Todo ello como base genética de este V4, dejando al margen el completo paquete que guarda su electrónica.
La Frenada de la Streetfighter
Se puede resumir diciendo que ofrece un rendimiento en sintonía con todo lo descrito hasta ahora, en cuanto al motor y en cuanto a la parte ciclo. Potente y preciso, contundente y a la vez delicado en el matiz, así desarrolla su frenada el equipo Brembo con bomba radial, pinzas M4.30 monobloc de anclaje radial y discos de 330 mm.
Con esa capacidad de retención, costará muy poco imaginar el lector que en una frenada extrema, a final de recta en cualquier pista, la inercia tirando de nosotros para sacarnos por encima de la moto puede ser brutal. Sin embargo, para ese efecto, que podría resultar casi desgarrador en algún caso, la ergonomía de esta Streetfighter se ofrece de forma perfecta, con las concavidades de su depósito, para sujetarnos agarrándonos firmemente con las piernas tal y como llega de serie, aun sin necesidad de los stomp grip.
Añadido a esta capacidad de frenado, la Streetfighter ofrece su control del freno motor (EBC), que como en cualquier moto de competición, hace un importante aporte a la precisión de la frenada, con una retención que sujeta la Streetfighter progresiva y suavemente, y con la que muchas veces nos bastará para contener la velocidad.
La Electrónica de la Streetfighter V4
Visualizada a través de una pantalla TFT, a todo color, de 5”, posiblemente resulte la electrónica más completa de esta súper categoría, cada vez más nutrida. Si comenzamos a enumerar todos los recursos electrónicos que monta esta luchadora de la calle, nos quedará un listado semejante al inventario de un bazar paksitaní.
Todo este conjunto se apoya en la IMU de 6 direcciones que gobierna la Streetfighter con la abundante información recibida desde los diferentes sensores. De esa manera, los controles de tracción y deslizamiento, así como el ABS ordinario, el ABS en curva y el recurso antipicado, intervienen en la medida exacta, a la micra, de tal manera que en la mayoría de los casos no percibiremos su actuación.
Todo esto se aprecia en marcha, sobre todo si seleccionamos el modo Street, el más conservador, y tratamos de excedernos con el gas, aplicando brusquedades sobre el puño. Lo que apreciaremos es que esta Ducati acelerará lo justo, sin más, que en esos casos será bastante menos de lo que nos esperamos; pero lo destacable es que sentiremos un empuje uniforme, sin cortes ni pulsaciones.
Los modos, en cualquier caso, se adaptan como un traje a medida.
Hacer un Caballito con la Streetfighter
Es la primera sugerencia que se nos antoja al pensar y al mirar una moto tan potentísima, que monta un manillar plano para llevar el tronco erguido más allá de lo que resulta una postura de carreras. De hecho era el mal del que adolecían las primeras super naked que empezaron a comercializar algunas marcas; motos que más allá del peligro que representaba ponértela por sombrero, era la pisada flácida e incierta con la que apoyaba el tren delantero, completamente aligerado en cada aceleración, llevando la sensación de que marcabas el rumbo a duras penas con el manillar.
Ahora, en esta Streetfighter V4 de 2021 esa sensación absoluta de aplomo que hemos señalado se reafirma en plena aceleración, con un tacto suficientemente firme del tren delantero, llegando a perder el contacto con el asfalto solo en el final del cuentarrevoluciones. De hecho la sensación de control es tal que muchas veces nos sorprendimos cuando el neumático volvía a tomar contacto con el firme, después de una tenue elevación que no habíamos detectado.
¿Funciona realmente el control Antideslizante de la Streetfighter V4?
Ducati Slide Control (DSC), así llama la firma de Bolonia a este dispositivo, que evidentemente no es la Mano de Dios, aunque es cierto que algo ayuda a la divinidad. Y tuvimos la oportunidad extrema e involuntaria de probarlo, en una inédita peripecia que describimos a continuación.
Habíamos descubierto aquella mañana un remache metálico clavado justo en el centro de la banda de rodadura, en el neumático trasero. Como bien sabe el lector, en muchas ocasiones la pieza metálica queda incrustada en la goma, tapando herméticamente su propio agujero incluso hasta el final de la vida del neumático.
Bien. En esta ocasión, todo indicaba que iba a ser así, al tomar innumerables veces la presión, después de rodar otras tantas, y comprobando que el registro permanecía invariable. Así pues, llegó un momento en el que nos olvidamos del remache.
Más tarde hicimos una prueba de alta velocidad, en la que, al parecer y por lo que dedujimos después, el dichoso remache salió despedido por el efecto de la terrible fuerza centrífuga. Por supuesto, el aire quedó libre para salir como el chorro de un surtidor mientras servidor recorría los últimos metros con la moto puesta sobre la vertical. Al final de ellos, llegó un viraje de derechas más bien rápido, al que se tiró con esa confianza subrayada que transmite este pepino.
El derrape fue de libro, más que como un deslizamiento de enduro, como la cruzada de un coche de rally. La rueda trasera barrió la trazada y la Streetfighter amagó un high side, mientras que quien firma este reportaje pisaba a la desesperada la estribera exterior, tratando de sujetar el tremendo trallazo. Al final, lo conseguí, devolviendo la Streetfighter a la debida trayectoria.
Independientemente de las horas de enduro, de lo aprendido en uno de estos cursos de motocross y de una mínima y obligada pericia de quien firma, la nobleza y la rigidez del conjunto quedaron puestas una vez más de manifiesto. Pero hubo algo más:
Una sospechosa facilidad para controlar el terrible bandazo. Rebobinando después la escena, concluí que el derrape no resultó tan devastador como debería haber sido al quedarse sin aire un balón tan grande, que llega a deformar la moto, incluso su apoyo en el caballete lateral, cuando está completamente deshinchado.
La aerodinámica de la Streetfighter V4
Se sorprende uno a sí mismo escribiendo este apartado para una moto desnuda; sin embargo, Ducati sigue marcando el ritmo, definiendo en muchas ocasiones la vanguardia más puntera del mercado en los últimos tiempos.
La aerodinámica de esta naked resulta tan llamativa como agresiva, no solo representa una declaración de intenciones, con sus cuatro deflectores montados en los costados, más los discretos spoilers que resaltan bajo las ópticas frontales. Su resulta son 28 kilos de carga a 270 Km/h, repartiendo 20 en el tren delantero y 8 en el trasero; además de una ganancia en el flujo de los radiadores, tanto del aceite como del líquido refrigerante.
Mejorable en la Streetfighter V4
En un conjunto de tanta sofisticación, de precio privativo e incluso de una notable distinción, ciertamente resalta, o más bien rechina, una llave de contacto minimalista, que por otra parte no puede resultar más funcional, quedando ensartada en su cerradura para que no la saque de su alojamiento ni el terremoto más catastrófico.
La cuestión, únicamente, es que su aspecto resulta más bien propio de las motos más económicas del mercado. Ni más ni menos.
Precios de la Streetfighter V4
La versión Estándar se vende a un precio de 22.190 €
La versión S, que es la protagonista de nuestro reportaje, y que muestra como diferencia fundamental con respecto a la estándar las suspensiones electrónicas Ohlins, se ofrece en dos colores. Éstos son sus precios:
Streetfighter V4 S Red 25.790 €
Streetfighter V4 S Dark 25.990 €
Opinión sobre la Streetfighter V4
Un modelo que pone el mundo propio de MotoGP al alcance del manillar plano. Una moto que de base se muestra dócil, sólida y muy dosificable, con unas prestaciones estratosféricas, inéditas hasta el momento en el segmento de las super naked.
Una Ducati de belleza arrebatada, como toda la gama deportiva de la marca, que brinda infinidad de sensaciones en una salida dominical, con las emociones más intensas en cualquier rodada, incluso si nos metemos en las pistas más rápidas de nuestra geografía.
Pruebas de motos relacionadas
¿Cuánto corre la Ducati Streetfighter V4?
A pesar de su desnudez, su ergonomía envuelve algunas partes de nuestra anatomía, pero sobre todo es la potencia brutal del motor la que le da una velocidad punta escalofriante, con manillar plano, acercándose a los 300 por hora, con dependencia de la fisonomía del piloto.
¿Qué potencia da la Ducati Streetfighter V4?
208 CV, tan sólo 6 menos que su hermana deportiva, la Panigale V4.
¿Cuánto cuesta la Ducati Streetfighter V4?
Tiene 3 precios: 22.190 para la versión Estándar. 25.790 para la S Red 25.990 para la S Dark
Cómo quedaría comparada a la Ninja Z H2?
Hola, Guillermo.
Estamos pendientes de probar la ZH2. Lo haremos durante las próximas semanas.
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Un saludo.
Hola Tomás, estupenda prueba y excelente descripción de las sensaciones, hace poco que la probé y sentí eso mismo!!.
Estoy dudando entre está y la Tuono V4 Factory 2019-2020, que todavía no he probado, pero he visto que tú sí… ¿podrías echarme una mano y redactarme una microcomparativa?, comodidad en posición de conducción, agilidad y estabilidad parte ciclo, motor, frenada, electrónica, etc. Realmente me ha apasionado está Ducati, muy cómoda de posición, con una agilidad y estabilidad superlativas, y un motor que suena y corre una barbaridad, aunque le falta algo de bajos. Eso sí, son 10.000€ más que la Aprilia.
Por cierto Guillermo, he probado también la Kawasaki ZH2, y es totalmente distinta en cuanto a concepto, mucho menos pasional y adictiva que la Ducati, más de paseo, y aunque acelera muchísimo, no es ni tan ágil, ni tan estable, ni tan divertida, ni suena tan bien… y además menos cómoda de posición (mido 192cm). No hay color entre una y otro.
Espero tú respuesta Tomás, y si tienes alguna duda Guillermo sobre la ZH2 me dices.
Saludos.
Hola, José Manuel.
Muchas gracias por dejarnos tu comentario.
En cuanto a tu consulta, seguro que comprendes que resulta muy difícil -prácticamente imposible- extractar en una respuesta lo que es una exhaustiva comparativa de dos modelos que entran en competición directa.
Me ceñiré a dos detalles rápidamente.
1.- El Motor- Digamos que en la Aprilia se siente largo, muy largo. Cada marcha parece interminable, con una aceleración infinita. Y que en la Ducati, da la impresión de montar un cambio de relación cerrada -que no es así-, resultando la patada de cada aceleración algo más contundente, pero siempre hablando al nivel del matiz, de las milésimas.
Por otro lado, ambos motores son totalmente previsibles, progresivos, y fáciles de conducir, a poca cabeza que se tenga.
2. La parte ciclo. A nivel de sensaciones, la Tuono llama la atención, incluso antes de arrancar, por su extremada ligereza. Recortada y compacta, tienes la impresión de conducir una 500, con una agilidad propia de las carreras.
La Ducati llama la atención por la amplitud de su plaza. Un tipo de 1,91 se siente cómodo en ella. Pero lo que más destaca en cuanto al comportamiento es la compacidad. La sientes como un bloque granítico desde el primer momento, para llevártela con toda facilidad en cada curva, como si fuera una prolongación de ti mismo. Además de ello, ofrece un aplomo propio de MotoGP en los virajes ultrarrápidos.
Y esto es muy grosso modo lo que puedo decirte en un espacio tan escueto.
Espero que te sirva como pequeña orientación.
Un saludo.
Tomás.
Por supuesto que me sirve Tomás, la verdad es que la Ducati era imperturbable aún exigiéndole el máximo, además de muy cómoda… y en cuanto a la comodidad, ¿notaste mucho más cómoda la Ducati respecto de la Aprilia?.
Y por último, ¿ves justificada la diferencia de +10.000€ de la Ducati respecto de la Aprilia?, entiendo que la Ducati tiene más potencia, iluminación LED y electrónica un poco más evolucionada, pero me parece demasiada la diferencia de precio.
Muchas gracias!!, y un saludo.
Bueno, ya sabes que, tratándose de dos súper naked ultradeportivas, el concepto comodidad queda relegado a un segundo plano, o a un tercero, incluso. No obstante y como ya te he comentado, la Ducati ofrece una plaza llamativamente generosa para tu estatura.
En cuanto al precio. Pues ya has señalado algunas diferencias, pequeñas, pero bastante sofisticadas, que elevan la cifra. Pero al margen de esto, Ducati ha sido, sobre todo en los últimos tiempos, una marca de distinción, en la línea, por ejemplo, de Rolex, de Mont Blanc o de cualquiera de los grandes diseñadores de moda. Eso también, lógicamente, encare el precio final. En ti está valorarlo, según tu criterio.