Sea como fuere, parada, aparcada o expuesta, en marcha a su paso o no digamos ya encima de ella, si esta maravilla te deja impasible, mírate en un espejo, por favor, es posible que no encuentres tu imagen reflejada en él.
Harley Davidson Softail Breakout
No por haber probado ya en otra ocasión este mismo modelo en una versión anterior, vaya a pensar el lector que tenía todo el camino recorrido para elaborara este reportaje. Una moto así, representa todo un reto para quien firma, dado su carácter de quemado irremediable y dado, también, que siempre he estado acercándome al mundo custom, y en particular al continente Harley, tratando de aprender sobre él para intentar comprenderlo, y sin conseguirlo del todo aún, sintiendo que todavía me queda alguna distancia, no muy larga, por recorrer. Así pues, a la hora de hablar de esta Harley Breackout, hagámoslo primero desde ese punto de vista más harlysta, un prisma a través del que se aprecian, según sus cánones, tres pilares fundamentales: El Sound, El Feel y El Look.
El Sonido de la BreakOut
Seguramente que los harlystas más acérrimos a la marca se sonreirán al leer que esta Breakout deja escapar a través de sus tubos homologados la esencia del sonido auténtico y genuino del bicilíndrico de toda la vida. Pero es cierto, así es. Puede ser que para apreciar el ralentí irregular, con su galope característico, haya que afinar el oído, e incluso inclinarlo sobre el motor; puede ser, también, que el petardeo característico, con el empuje de cada pistón pase inadvertido la primera vez, porque está claro que la Breakout de serie no es La Hija del Trueno; pero una vez que prestas un mínimo de atención, llega a tu oído esa dulce percusión desde la salida de cada tubo. Y por otro lado, al abrir todo el gas en un régimen más bien bajo y dejar progresar el motor, escucharemos emerger, entre las piernas un sonido gutural, grave y profundo, de la criatura que habita en esa enorme caverna socavada en las entrañas del 103”.
[piopialo vcboxed=»1″]Un sonido que busca, y que sin duda deleitará con una sibarita satisfacción a todo harlysta[/piopialo]El Feel con la moto
En mi modestísimo parecer, la última versión de esta motor 103 pulgadas de Harley ha ganado mucho en este aspecto. La marca de Milwaukee ha ido manteniendo hasta ahora su empuje, tan lleno y rotundo, ese par musculoso, aumentando paulatinamente la cilindrada para sobrevivir al cerco, cada vez más estrecho, que va marcando la normativa que trata de preservar el medio ambiente. Pero en los últimos tiempos la marca se ha visto apoyada por un recurso mágico, tan extendido en el mundo de la automoción como repudiado por los halystas más reaccionarios, que no sólo ha reforzado ese empuje, robusto e imponente, sino que lo ha prolongado por encima de las revoluciones acostumbradas de la marca.
Lo cierto es que la primera vez que probé un 103 de segunda generación, lo confundí con un 110, hasta el punto de creerme subido sobre un auténtico Screaming Eagle durante los casi 100 kms que tardé en pararme y mirar con sorpresa el número grabado en relieve sobre la tapa del filtro. Así es, el 103 de última generación empuja por encima de las tres mil, llegando con soltura y naturalidad hasta los terrenos de las 5.000 rpm Un extra añadido a ese feel tradicional de Harley, con una sensación que sorprende y que nunca puede desagradar, sino pienso que todo lo contrario.
El Look de la Harley
Si por costumbre no comento la estética de cualquier modelo que estamos presentando porque nos consta que el lector ya tiene ojos y criterio sobrado para juzgar, en el caso de una obra escultórica como la Breakout, no tendría ni el más mínimo sentido: Las imágenes de la harley Softail BreakOut 2016 son de por sí sobradamente elocuentes. Sin embargo, esta Harley da mucho más de sí en el plano estético, a la hora de entrar en detalle, y eso sí que merece un detenido comentario, por la sensación que no sólo transmite a la vista, también al tacto, el remate y los acabados de esta joya rodante.
La pletina que cierra sobre el manillar la torreta superior, que a su vez lo fija a la tija, lleva incrustados los testigos luminosos de tal manera que parecen un labrado de orfebrería y que los hace pasar inadvertidos para la inmensa mayoría de las miradas, hasta que se encienden.
Los pulidos y los cromados no sólo están a la máxima altura que ofrece la marca, que ya es altura, sino que, además, muestran una firmeza y un espesor –lo mismo que la pintura- que parecen capaces de mantenerse incluso después de un naufragio rescatado al año siguiente de producirse. Por otro lado, el doble asiento y su tapicería –sobre todo la del conductor- merecen una mención añadida. Sus formas, sinuosamente perfiladas, ajustadas por una piel no sólo de calidad Premium, se ve resistente a la intemperie expuesta durante más de cien mil kilómetros. Y el broche lo pone una etiqueta metálica con el nombre completo de la marca grabado y expuesto en el centro del sofá para el conductor.
Y bien, una vez vista la parte más espiritual de esta Harley Breakout, vayamos ahora a repasar sus aspectos más prosaicos y mundanos, como en cualquier moto corriente y moliente:
Analisis de la Harley Davidson Softail
Posición en la Harley
El manillar se sitúa sobre las torretas al estilo y forma de la crucifixión, sin llevar los puños hasta el extremo de sentirnos ajusticiados al modo del Nuevo Testamento. Las estriberas con sus mandos avanzados, y el asiento, como hemos dicho, todo un lujo de diseño bussines, recogiendo el último hueso de la columna, junto al final de la serie ele que marca las vértebras, base y soporte de toda conducción custom. El pedal del freno queda más a mano del pie que la propia maneta del embrague, lo mismo que la palanca de cambio.
En Marcha
El apoyo de la geometría antisistema sobre la que se monta la Breakout se siente firme como un pilar en las curvas más rápidas: Se trata de algo realmente llamativo en una moto cuya presumible intención es la exhibición de su voluptuosa belleza a ritmo de paseo por el bulevar. La cuestión es que traza con precisión, preparándose el viraje con mucha menos antelación de la que cabría pensar y pasa por la trayectoria sobre los raíles marcados por esa desproporción marcada entre la elevación del neumático delantero y la anchura descomunal del trasero.
La sensación en una inclinación, colgados del manillar bíblico, con el musculoso poder que pone de relieve, en cuarta o quinta, el empuje del 103 representa un placer yo diría que inédito en el mundo de las dos ruedas, una sensación que sólo sabrán degustar los sibaritas de la moto sin complejos e imbuidos en una imaginación capaz de recrear la fantasía rodante que evoca esta Breakout, todo un tótem de la belleza, una apuesta por el surrealismo más daliniano, trasladado a este universo de pasiones que nos tiene atrapados, a ti, lector, y a un servidor, que ha sentido clavada en el cuerpo esa saeta afilada por la sensible agudeza de una plasticidad embaucadora.
El efecto que provoca su extrema longitud, con esa lejanía entre ambos ejes, y, además, ese globo de Dumper que monta detrás, con nada menos que un 240 sobre 18 pulgadas de diámetro, por un escueto 130 delante sobre un diámetro de enduro (21”), es muy curioso al doblar una esquina urbana a ritmo de paseo. Con la Breakout no sirve el contra manillar en esas circunstancias, sino que reacciona igual que un coche, girando el manillar, como si se tratase de un volante, en la misma dirección que marca la curva y que va a seguir la propia moto.
Por otro lado, al buscar el giro en curvas bastante más rápidas, de cuarta o más, esta vez sí, con el contramanillar, la Breakout no transmite el efecto de “triciclo” que he observado en otras motos con una diferencia abismal tanto del diámetro como de la anchura entre el tren delantero y el trasero. Sí, aquella sensación de ingravidez, ese cierto vértigo con el que la moto se siente como coja, al girar a la contra el manillar y bascular sobre el filo plano del neumático trasero. Efectivamente, la Breakout lleva a cabo el giro, hace la inclinada, con progresividad y sin escalones.
¿ Como frena la softail breakout ?
Teniendo en cuenta como se debe frenar una moto, aqui contamos con el disco delantero de 300 mm se muestra suficiente con el apoyo que aporta el trasero en la retención. Tratándose de una moto tan larga y con tanto peso en la retaguardia, la frenada pasa a ser notable detrás (292 mm). Pero si además añadimos la intervención del ABS, con el último software de Harley, esa capacidad de parar la Breakout pasa a ser contundente.
Sí, el sistema electrónico permite morder a la pinza justo hasta el instante siguiente de que empiece a quejarse, inmediatamente después de su primer grito que llega, en cualquier caso, con la moto ya bien sujeta. La Breakout no frena como una deportiva, claro está, pero no ya por la capacidad de su equipo, sino por la mera concepción del modelo; pero, en cualquier caso, esta moto frena infinitamente mejor de lo que pueda hacer especular sus líneas voluptuosas. Su imagen en pro de la belleza por encima del más frío pragmatismo no debe hacernos pensar, de ninguna manera, en una moto insegura. En absoluto. La moto frena mejor de lo que imaginamos y se sobra para evitar cualquier peligro a un ritmo custom.
Las Suspensiones
La horquilla, de diseño convencional, por supuesto, y de una robustez que reafirma toda nuestra confianza, absorbe con dignidad tanto las irregularidades corrientes de la carretera como la inercia de la frenada más exigente, a pesar de su ángulo de trabajo, forzado y extremo, para cualquier cota geométrica convencional.
En cuanto a la concepción Softail en el tren trasero, no permite mucho recorrido en este modelo, extremadamente bajo, (altura del asiento 660 mm), así es que debemos remitirnos al aspecto de la estabilidad, dejando el plano del confort en el rango de los antiguos chasis rígidos a los que imita con su estética, quedando, aun en cualquier caso y como es natural, muy por encima de ellos en ese aspecto.
En cuanto a la pisada y el aplomo, la Breakout, ya lo hemos comentado y poco hay que añadir, salvo que tampoco se descompone, en absoluto, con el musculoso empuje del 1.690. La Breakout no se hunde de atrás, en absoluto, en plena aceleración, sea cual sea el régimen del motor
Comportamiento En Lluvia de la Harley
La Breakout se muestra como una moto bastante noble, en líneas generales, sobre el suelo mojado. Sus reacciones son poco comunes, dentro del universo de la moto, claro está, pero una vez que escuchas lo que tiene que decirte y la dejas sentir, te das cuenta de que la lentitud general de sus movimientos se traduce en una forma pausada, y muy dosificada, de atacar el asfalto, por lo que representa, al fin y al cabo, una nota de seguridad en su conducción. Será muy difícil que la Breakout te sorprenda en el inicio de un viraje, pongamos de más de sesenta por hora, a la hora de girarla empleando el contra manillar; y a menos que provoquemos una innecesaria brusquedad, resultará casi imposible que esta Harley cierre la dirección, provocando sobre el asfalto mojado el derrapaje irrecuperable de su neumático delantero. Por tanto, el tren delantero se mantiene firme, transmitiendo toda la confianza bajo la lluvia, mientras marca la trayectoria e inicia la inclinada a nuestra solicitud.
[piopialo vcboxed=»1″]Hay que tener muy presente, como en ninguna otra moto, el fenómeno del aquaplaning[/piopialo]En cuanto a la parte trasera, si es cierto que hay que tener muy presente, como en ninguna otra moto, el fenómeno del aquaplaning a la hora de abordar un charco a buena velocidad o de soportar una cortina de agua cayendo sobre nuestra cabeza, que creará en menos tiempo del que imaginamos balsas y lagunas sobre la carretera. Siembre deberemos ir atentos y anticiparnos a la carretera, pero en esta moto y en cualquiera.
Dejando al margen esas situaciones tan excepcionales, el tren trasero de la Breakout, pesado por su constitución y musculoso por el ciclópeo balón de su neumático, ofrece una pisada firme tanto en la entrada como en el paso por la curva, y lo mantiene durante la aceleración, a menos que nos dé por marcarnos alguna alegría destemplada con el acelerador, en cuyo caso los 240 mm derraparán sobre el piso mojado, eso sí, de una forma muy noble, manteniendo la trayectoria que haría las delicias del aficionado a un imaginario dirt track de alto tonelaje.
Pruebas extra
Podría describir al lector las peripecias que se deben de sufrir para subir un modelo como la Breakout a un remolque convencional de moto y acoplarlo dentro de sus medidas; pero mejor, mejor dejamos semejante pesadilla para otra ocasión, porque, sin duda, ésa es otra historia.
Resumen final sobre la Softail Breakout 2016
Sin duda esta Harley es un modelo con una imagen digna de exponerse en una galería de arte, que transmite unas sensaciones tan puras como las de la Harley más genuina y que ofrece, además, un comportamiento dinámico racional y asumible, a pesar de sus formas y sus medidas, que hará las delicias de todo amante del Lado Oscuro de la moto que se pasee con ella, tanto por el bulevar más concurrido como por la carretera serrana más solitaria.
¡Ah! El precio… Sí, me olvidaba. Pues es de 22.950 euros
Rodar por el cielo o volar por el asfalto… Reyes del aire junto a la #SoftailSlimS.
vía @hdsieblamalaga pic.twitter.com/YBaArNwAii— HarleyDavidson Spain (@Harley_Spain) 9 de junio de 2016
Me gustaría saber la distancia que tiene desde el centro del sprocket hasta la rueda trasera , me estoy fabricando una con motor harley y tengo una distancia de 65 cm y nose que correa me sirve ya que solo la describen por dientes saludos