Al tener delante esta Vitpilen y observar sus semimanillares y su disposición monoplaza, con una silleta más propia de las carreras que de un asiento de calle, sufrí, con el permiso del lector, un acceso de nostalgia, y no pude evitar un viaje instantáneo en el tiempo hasta los años ochenta. Un viaje hasta The Sounds of Singles. Sí, aquel campeonato organizado exclusivamente para monocilíndricas que dio cobijo a criaturas irrepetibles como la Gilera Saturno, una italiana, hija del trueno, que se adelantó a su época como la Yamaha GTS, la Honda CX 500 Turbo o el propio Tiburón Citroën.
Así pues, con ese sentimiento dentro del cuerpo, cargué esta Vitpilen 701 en el remolque y puse rumbo a nuestra pista habitual de FK-1, con la idea de probar una supuesta deportiva sueca en el que pretendía que debía de ser uno de los hábitats naturales.
Craso error, como veremos a continuación, en el desarrollo de nuestra prueba, que vamos a describir punto por punto.
La posición sui géneris de la Vitpilen 701
Bien. Situemos esta Husqvarna de genuino estilo sobre el pit lane del circuito vallisoletano y subámonos a ella.
La primera impresión la percibimos en las manos, que se posan sobre dos semimanillares anclados a la altura justa desde la que arrancan las posiciones que toman las diferentes deportivas; es decir: justo en la línea de la tija superior. Así pues, los brazos quedan en una posición eminentemente racing, con el tronco bien inclinado hacia adelante. Hasta ahí, todo acorde con la idea concebida en un principio.
Sin embargo, al buscar con el pie su correspondiente estribera, la encontramos en una línea más propia del mundo naked, y no hablemos ya de su altura, bastante por debajo de donde la situaría una deportiva.
En este punto, empecé a darme cuenta de que me había equivocado al llevar esta sueca a la pista FK1.
Pero aun hay más, porque cuando inicié la marcha, aprecié cómo llevaba el trasero llamativamente elevado. No me sentía integrado en la ergonomía de la Svartpilen, tal y como exige el guion de una deportiva pura, sino que en realidad iba encima de ella.
A pesar de todo, quise aprovechar el escenario de la pista para realizar un test a fondo, como en ningún otro, sobre esta neoclásica, con un posicionamiento en el mercado que aún no quedaba definido para nosotros.
Cómo acelera la Vitpilen 701
El monocilíndrico de 693 cc es idéntico al de su hermana, la Svarpilen, y si en aquel caso nos ayudaba a controlar el derrape en la tierra de un supuesto anillo, en la Vitpilen, nos ayuda de una manera prodigiosa a sincronizar el balanceo de la moto en cada cambio de dirección, levantando los 158 kilos declarados del conjunto con un simple toque del gas, para sincronizar la maniobra en una vaivén que en este modelo se siente sencillamente delicioso.
Al acariciar el puño para arrancar, nos permite hacerlo sin titubeos al paso de un desfile; sobre la patada en medios, nos cabe decir que se siente en algunos momentos como una catapulta, y a partir de la salida de la curva, el empuje de los 75 CV se estira con una llamativa suavidad hasta el mismo corte, situado en las 8.000 rpm, un régimen que va más allá de lo que nos sugiere en marcha nuestra intuición.
Sin embargo, al cortar gas yendo alto de vueltas, esperamos la retención propia de un monocilíndrico grande, tanto o más que la del propio freno trasero. Pero, en esta Husqvarna el motor se siente elástico como una goma mecánica; un detalle de comportamiento que termina por borrar definitivamente nuestra idea inicial de acudir al circuito, y que facilita la conducción a los principiantes, ahorrándoles cualquier brusquedad al reducir por error o hacerlo soltando el embrague de golpe, sin pretenderlo.
Cómo va la Vitpilen 701 en curvas
Como cabía esperar, se maneja como un auténtico juguete a la hora de girar en la entrada de cualquier viraje, más aun cuando negociamos una serie de eses cerradas y enlazadas. Su estrechez y su llamativa ligereza se hacen notar en este apartado, invitando al principiante a meterse de cabeza en el mundo de la moto, y lo mismo incita a la diversión a los motoristas más experimentados.
A la hora de hacer el paso por curva, se siente bien aplomada, no solo por la rigidez que muestra su chasis multitubular, sino también por el asiento hace sobre el suelo que ofrece el neumático trasero, con sus 180 de ancho.
Ahora bien, en curvas rápidas, o muy rápidas, no debemos dejarnos llevar por el aspecto Racing de esta neoclásica, pensando de nuevo que conducimos una deportiva. Desde luego la Vitpilen no nos va a poner en ningún compromiso sobre este escenario, pero bien es verdad que su posición y sus suspensiones, con la horquilla invertida regulable, y una parte de su rendimiento dedicada al confort, no pisan con la firmeza propia y absoluta de una doble erre.
Cómo frena la Vitpilen 701
Pues con el único disco flotante, de nada menos que 320 mm, y la pinza de anclaje radial firmada por Brembo, esta singular café racer al estilo sueco se detiene con una soberbia eficacia. Progresiva y regulable, la frenada se hace contundente en el tirón final de la maneta; y además lo hace sin mostrar ni el más mínimo amago de cualquier debilidad en la horquilla y barras de 43 mm. Por más brutales y exigentes que resultaran nuestras frenadas, no percibimos nada que insinuara un derrote hacia el lado derecho, donde no hay freno.
En cuanto al tren trasero, el disco de 240 mm cumple a la perfección con su función geométrica de mantener la moto lo más estable y horizontal posible durante la retención, además de aportar un interesante tirón a la frenada total del conjunto.
Los detalles de la Vitpilen 701
El reloj, con su singular esfera, como el resto del conjunto, muestra digamos que a una manera sueca, una información suficiente para un modelo de concepción sencilla, equipado con un sencillo motor.
Los espejos guardan una armonía estética con el resto de la moto, ofreciendo un buen panorama de todo lo que acontece y se nos avecina por detrás. En cuanto al faro protagonista de todo el frontal, proyecta un haz de luz con suficiente intensidad y longitud para iluminar la ruta, dadas las prestaciones de esta sueca neoclásica.
Los indicadores de dirección, discretos dentro de la silueta que guarda el conjunto, proyecta una luz lo suficientemente visible para anunciar nuestras intenciones al cambiar de carril o de calle. Su montaje en la parte trasera, siguiendo la última tendencia trail, haciendo cuerpo con el portamatrículas, suma otro punto más a la marcada personalidad de este modelo.
Sobre los seminanillares, que, como puede apreciar el lector, dejan las manos expuestas al viento, resultará interesante ver alguno de estos guantes de invierno para motoristas.
Las estriberas desnudas son también toda una declaración de intenciones, que a ciencia cierta también nos confundieron, haciéndonos pensar en el mundo doble erre antes de subirnos a esta Vitpilen 701. Como ya hemos visto, su posicionamiento, en cuanto a la conducción se refiere, es más bien sport-touring que deportivo puro. No obstante, se agradece el agarre de la bota al pisarlas, y no se hace imprescindible el forro de goma, ya que las vibraciones de este monocilíndrico grande son bastante tolerables.
Mejorable en la Husqvarna Vitpilen 701
Como hemos comentado, el propulsor de este peculiar modelo resulta un prodigio de suavidad, tratándose de un monocilíndrico tan grande. Es por ello que rechina un tanto el aspecto que apuntamos en este apartado.
Efectivamente, si llevamos el motor sobre las 2.500 rpm y abrimos un tercio del gas, el pistón protesta en forma de traqueteos. Lo mismo ocurre abriendo más de medio gas a 3.000 rpm. Se trata de un detalle de escaso peso, que se tapa, evidentemente, aplicando el juego del embrague.
Precio de la Vitpilen 701
Esta genuina cafe racer sueca se vende al precio de 9.999 €
Opinión sobre la Vitpilen 701
Un modelo ágil y ligero en cualquier medio, que puede servirnos para el ir y venir laboral, con una mochila a la espalda, ya que su recortado radio de giro le permite serpentear entre los coches con la soltura de un scooter de 125.
Una moto personal como pocas, de carácter genuino, que nos ofrecerá la diversión más depurada en nuestra carretera de curvas favorita. Además su postura recogida nos hará más llevadero el siempre tedioso tránsito por la autovía, hasta alcanzar la montaña o el litoral salpicado de acantilados.
Una neoclásica con la que, hoy por hoy, tu círculo de conocidos sabrá a buen seguro dónde estás cuando la distingan aparcada entre el resto de las motos.
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Preguntas frecuentes
¿La Husqvarna Vitpilen 701 es una deportiva?
A pesar de su aspecto, de su silleta, de sus semimanillares y de sus estriberas desnudas, la postura en la que coloca nuestro cuerpo no es exactamente la de una doble erre. Se puede decir que es una cafe racer con posición sport-touring
¿Qué potencia da la Svartpilen 701?
Monta un motor monocilíndrico de 693 cc que rinde 75 CV muy llenos.
¿Cuánto cuesta la Husqvarna Svartpilen 701?
Se vende en un única versión por 9.999 euros.