Hoy ponemos a prueba la Bmw R1200GS: Esas dos últimas siglas, GS, significan en alemán terreno y carretera respectivamente, representando para BMW Motos un concepto que tomó su origen remoto en las transformaciones que iban elaborando algunos empleados de la fábrica alemana, para adaptar sus bóxer de entonces al enduro, llamado “todo terreno” por aquella época.
Con el paso de los años, incluyendo el paso por el París-Dakar, saldado con dos victorias, las BMW 1200 GS fueron ganando el nicho de mercado que ellas mismas crearon como maxitrail, hasta el punto de extender su éxito para arrebatar buena parte de los clientes asiduos a otros segmentos de las dos ruedas. Las cifras de la R1200GS 2018 son apabullantes en cualquier estadística que se busque, rompiendo siempre la gráfica que dibujan las motos con más de 500 cc.
El porqué del éxito de la R1200 GS
Muchos se preguntan cómo es posible que una moto, que no es precisamente de las más baratas, que resulta llamativamente grande para muchos y que incluso sus líneas con maletas pueden parecer aparatosas para otros tantos, se venda sola en la mayoría de los casos, sin que al comercial del concesionario correspondiente le quede por delante otra labor que gestionar la matrícula de la nueva unidad.
Hemos analizado detenidamente la R 1200 GS 2018 desde esa perspectiva, y hemos reflexionado en marcha sobre la propia moto, observando su comportamiento y recibiendo las sensaciones que transmite a lo largo de más de mil kilómetros por carreteras de cualquier tipo y también fuera del asfalto, para finalmente desglosar nuestras conclusiones en una serie de puntos, que describimos uno a uno a continuación.
Manillar Dominator de la bmw R 1200 GS
La envergadura del manillar es ciertamente llamativa, probablemente el más ancho que se monta en el segmento maxitrail. Este punto, de entrada, aporta una elevada sensación de dominio y confianza. Además, este aspecto recibe todavía otro incremento importante, cuando el motorista que sube por primera vez a una R 1200 GS, y lo hace un tanto temeroso, por ejemplo, sobre alguna recóndita plaza de garaje, se queda asombrado de sí mismo, al ver la capacidad de giro -casi en el ámbito del trial- que es capaz de poner en escena una moto que para él podría resultar casi un caballo con dos ruedas.
La misteriosa ligereza de la BMW R 1200 GS
Si al detalle del manillar, le añadimos que con este modelo se siente uno de los adelgazamientos más mágicos que se producen en todo el mercado de la moto, el grado de confianza aumenta todavía dos grados más.
Lo cierto es que, al soltar completamente el embrague e iniciar la marcha por ese garaje, podremos decir que el motorista novel cruzará la puerta sobre la R 1200 GS y saldrá a la calle animado por una sensación de dominio y seguridad con las que no contaba ni en lo más remoto antes de subirse a ella.
Posición de confortable control en la bmw R 1200 GS
BMW ha ido puliendo edición a edición este aspecto de su GS grande, hasta conseguir, no sólo esa colocación de dominio sobre la moto, sino una postura que se sitúa en el punto medio de la moto más centrado que se podía calcular.
Las manos quedan abiertas, muy abiertas, aunque de una forma absolutamente natural, y los pies se posan sobre el centro mismo de la moto, para dejar las piernas, en la mayoría de las tallas de motorista, con una flexión más relajada que llevadera.
Nos sentamos sobre un asiento largo y extenso, que nos deja, en principio, con el tronco tan vertical como relajado, colocado de una forma que parece diseñada por un fisioterapeuta, al no crear ni la más mínima tensión sobre los riñones.
De esta forma, cualquiera se siente llamativamente cómodo sobre esta posición de control, sea cual sea su talla. Y este ha sido uno de los aspecto por los que la R 1200 GS ha ido conquistando tantos y tantos adeptos a lo largo del tiempo, además de fidelizarlos indefinidamente no sólo con su conducción, sino más aun después de que haber llevado a cabo con ella largas travesías.
La BMW R 1200 GS “hace malos conductores”
Por supuesto que se trata únicamente de una frase figurada que utilizamos tan sólo como titular. Pero lo cierto es que también nos sirve para explicar hasta qué punto llega la seguridad que transmite esta emblemática maxitrail.
El motorista habituado a la R 1200 GS es un conductor que puede haber evolucionado hasta exhibir tantas dotes y tantos recursos de conducción como el que más en cualquier otra moto de su segmento. Sin embargo, sí es verdad que el efecto mágico del Telelever, al frenar sin mostrar una sola reacción, transmite una confianza muy difícil de igualar; por esa razón escuchamos decir algunas veces que “se lo come todo”, al hablar sobre este original sistema de amortiguación.
Y es que la moto se mantiene siempre horizontal durante la frenada, por muy exigente que sea la retención. Pero además de ello, su nobleza destaca en otra situación más comprometida, cuando tiramos de la maneta en plena inclinada. En esa maniobra, la R 1200 GS no tiende a enderezarse y sacarnos de la trayectoria, tal y como lo haría, en mayor o menor medida, la reacción de una común horquilla, ya sea invertida o convencional.
Así vemos que buena parte del secreto de la R 1200 GS se basa en ese efecto del Telelever por el que parece “comérselo todo”, y tal vez también por esa razón, y por la sensación de dominio que ofrece el manillar extraordinariamente ancho, sobre la posición de conducción más centrada que podemos encontrar, algunos usuarios con muchos kilómetros sobre su R 1200 GS, incluso más de cien mil, me han confesado que no se tienen por grandes conductores, o grandes motoristas, sino que se van entregando cada vez más y más a esa seguridad que les transmite la maxi trail alemana -tanto en seco como en mojado- y a la sólida sensación de confianza que les hace llegar esta moto, prácticamente, desde los primeros metros que recorrieron con ella. Para ellos, es algo así como que la moto lo hace todo, y se trata de una confianza, o si se quiere una fe, en los casos más acérrimos y devotos, pero que de cualquier manera tiene una base absolutamente real.
Un motor de éxito en la BMW R 1200 GS
La suavidad del motor y su entrega progresiva de sus 125 CV, con la sensación de una robusta musculatura desde el rango más bajo, hace muy dócil su aceleración, de manera que podríamos decir, incluso, que el modo “Rain” queda prácticamente recomendado para los motoristas más principiantes o para los más relajados y despistados, pudiéndose dosificar al milímetro ese poderoso empuje del bicilíndrico sobre el suelo mojado, cuando se cuenta con un tacto experimentado. Y todo ello con unas vibraciones que llegan de una forma amortiguada, en alguna franja del cuentarrevoluciones y normalmente cortando y reteniendo; algo que apenas si merece mención, tratándose de un bicilíndrico tan grande.
Este punto es otra de las claves por las que la R1200GS resulta cada año un rotundo éxito de ventas. Pero hay alguna más.
En la aventura está la clave de la R1200GS
El sentido de la aventura, se ha perdido un tanto, quizá, por las modernas y sofisticadas touring que se ofrecen en el siglo XXI, motos repletas de accesorios y diseñadas con unas carrocerías que proporcionan un privativo confort, pero que al mismo tiempo y en buena medida, aíslan al motorista del entorno que atraviesa en cada momento. Desde luego que el gran rutero busca cierta protección en su moto, un refugio, pero no una cápsula que lo aísle del contacto con cada paisaje, que le aparte de esa realidad tan intensa que le traspasa cuando viaja detrás de su manillar, y que diferencia a la moto de otras formas más prácticas y también más prosaicas de viajar.
La BMW R 1200-GS recupera completamente ese espíritu de aventura. Vista desde fuera y sobre todo sentida desde dentro.
El Telelever no transmite
Tras dejar la lista de razones por las que consideramos que esta R1200GS constituye uno de los mayores éxitos de ventas de la historia, queremos hacer una puntualización sobre su suspensión delantera.
El titular que hemos colocado es una aseveración que uno puede leer repetidamente en algunos foros, en el cara de libro y en otros escenarios de publicación regidos por el libre albedrío. Bien.
Ciertamente, este sistema no transmite toda la información que nos hace llegar una buena horquilla desde el contacto del neumático, pero no es menos cierto que el Telelever también nos manda mensajes, más sesgados, si se quiere, y también en otra clave, que nos interesará aprender para sacarle el mayor partido a la R1200GS, y sobre todo para tener un conocimiento más claro de qué es lo que está pasando ahí abajo, algo fundamental para todo motorista.
Bien es verdad que, por otro lado, no podemos olvidar que el Telelever muestra una clara desventaja frente a cualquier horquilla en una situación particularmente engorrosa. Y es que al salir de un aparcamiento marcha atrás y en cuesta, no podemos aprovechar el efecto de su extensión para sacar la moto hacia atrás. El Telelever se lo come todo, pero también nuestro impulso hacia adelante, para esperar un rebote que no existe y que daría un empujón reverso, ayudando a sacar la moto de su pequeño atolladero.
La BMW R 1200 GS off road
Al ponernos en pie, nos sentiremos de una forma tan natural sobre esta GS grande que cuando vamos sentados, todo dependerá, principalmente, de lo habituados que estemos a esta particular conducción erguida.
Al salir al campo, la nobleza de su parte ciclo destaca muy por encima del agarre que proporcionan los neumáticos mixtos que monta esta R1200GS, de manera que aunque no agarre ni de lejos lo que lo harían unos de taco abierto. Se puede transitar a un ritmo mucho más rápido del que podamos pensar a priori, con la moto flotando levemente sobre la tierra, con leves derrotes a derecha e izquierda, que no entrañan ni las más mínima dificultad para ir corrigiendo, a poca mano que se tenga fuera del asfalto, dejando la moto sobre la trayectoria que deseamos con un aplomo sorprendente.
Por otro lado, la llanta de 19” facilita el paso por algunos obstáculos, a diferencia de otras maxi trail, o motos suv, que montan sólo 17”, una medida que no tapa la cúpula y la aleta delantera, desde la posición erguida, y que puede llevarnos a una comprometida inconsciencia.
En cuanto al modo Enduro (para asfalto, cuenta con el Dynamic y el Route), te permite derrapar acelerando lo justo para no terminar de atravesar la moto, mientras deja el freno trasero libre del ABS para poder cruzarla a voluntad antes de entrar a cada viraje del camino.
Ciertamente la R 1200 GS con este modo electrónico seleccionado, el Enduro, puede ofrecer a un motorista con un buen dominio y control de la moto, pero sin experiencia en el mundo off road, una diversión extra y posiblemente inesperada, y puede animarse y animarse haciendo derrapadas mientras conduce sentado, atacando con agresividad la salida de cada viraje, hasta que de forma instintiva intente echar hacia adelante el pie interior y se lleve, igual que un servidor, un buen golpe con el cilindro en la espinilla. Cosas del bóxer en el campo.
La R 1200 GS al detalle
Si nos fijamos en un remate tan matizado en una trail como es el particular protector que BMW fija sobre la parte baja del depósito para llevarse consigo el roce de nuestro pantalón, nos dará una idea de hasta qué punto está cuidado el detalle en esta R1200GS. Veamos algunos más.
Protección de la BMW R1200GS
La pantalla ofrece una protección mucho más amplia y efectiva de lo que su apariencia pueda sugerir en parado y replegada. Su diseño en una doble cuña invertida abre su envergadura para cubrir la mayor parte de nuestro pecho, si somos corpulentos, y si no lo somos tanto, nos protegerá por completo el tronco. Por arriba, y manteniendo la posición más elevada, tapa por completo a la mayoría de las tallas motoristas. Su altura se regula mediante un práctico pomo, de generosas medidas, colocado muy a mano.
Los protectores de las manos rinden un mayor tributo a la sincronía estético con toda la moto que a la que debería de ser su primera función, protegernos del frío y ponerlas a cubierto de la lluvia.
Por otro lado, las concavidades del depósito así como las formas de la breve carrocería y las protuberancias de los propios cilindros que forma el bóxer, van cubriendo nuestras piernas desde los muslos hasta los tobillos, con las rodillas a buen resguardo, de manera que, finalmente, con R1200GS viajaremos mucho más protegidos del viento y de la lluvia de lo que su apariencia en parado pueda transmitirnos.
Maletas mágicas de la R1200GS
Sí, resulta casi mágico cuando descubres el sistema que extiende el volumen de las tres maletas, dando una capacidad de carga a esta maxi trail que la transforma definitivamente hasta proyectar esa imagen exploradora que embauca a tantos y tantos motoristas. La extensión de las maletas laterales, no cabe duda que se ve casi desmesurada desde atrás y de que retendrá la aerodinámica de la moto, subiendo también su consumo, cuando tratemos de transitar así a alta velocidad, pero estamos seguros de que estos detalles serán, en buena medida, pasados por alto, cuando su propietario se siente sobre ella y se coja a su manillar dispuesto a realizar ese viaje soñado sobre una auténtica moto de travesía.
Sentados sobre la R1200GS
La altura del asiento es modificable en dos posiciones, después de haber elegido el asiento más alto o más bajo, a la hora de comprar la moto. Además de ello, se ofrece por encargo una versión baja de la moto.
Por defecto en la R1200GS
Los puños calefactables, lo mismo que el control de crucero, ya casi se les suponen, como el valor al soldado licenciado; pero no por ello vamos a pasar por alto el valor añadido que suman al confort general que ofrece este soberbio modelo. Dos dispositivos que funcionan con una fiabilidad que se prolonga a lo largo de los kilómetros y de los años.
SOS de BMW
También monta la llamada emergencia en la última versión, con sus tres niveles de actuación, que explicamos en el reportaje de la K1600GTL. Un valioso elemento de seguridad con el que el motorista se podrá sentir algo más arropado en los parajes más inhóspitos por los que pueda internarse con esta maxi trail.
Automatismo del cambio en la R 1200 GS
El asistente del cambio es un mecanismo que puede entenderse como un cambio semiautomático para hacer más cómoda y fácil la conducción. Sin embargo no es exactamente eso. Su idea y sudiseño nacen en las carreras con el objetivo original de rebajar el crono por vuelta, de emplear el menor tiempo posible en cambiar cada marcha. Así pues, su momento natural de funcionamiento está en las máximas revoluciones del motor.
Ésta es la razón por la que en el bóxer no sincroniza con verdadera efectividad por debajo de digamos las 5.000 rpm, más o menos, resultando esta frontera mucho más marcada a la hora de bajar marchas que a la de subirlas.
Mejorable en la BMW R 1200 GS
Resulta realmente difícil sacar un punto a mejorar en un modelo de tanto éxito y tanta evolución a sus espaldas; aun así, hemos encontrado pequeños detalles como el manillar topando, cuando lo giramos totalmente a la derecha, con la llave de proximidad colocada en su alojamiento previsto junto al soporte del navegador.
El Caballete
También, el sistema basculante del caballete central qué duda cabe de que funciona, y de que lo hace con un considerable brazo de palanca, pero lo cierto es que podría ayudarnos un poco más cuando cargamos todo nuestro peso sobre pedal para elevar la GS, ya no digamos si las tres maletas están cargadas.
Precio de la Bmw R 1200GS
El coste o mejor dicho, precio de salida parte desde 17.200€ aunque claro, nadie se va a comprar una de serie con la cantidad de «chuches» que nos ofrece bmw
Conclusiones sobre la BMW R1200GS
A la espera del nuevo motor 1250, que ya asoma en el horizonte, la R1200GS probablemente volverá a coronarse como la súper ventas de las motos grandes, y será nuevamente el modelo más visto en las bodegas de los ferris que transitan todos los mares, la moto que más saludará la estrella enclavada en el Cabo Norte y el modelo que seguramente recorrerá en multitud pasos míticos como el Stelvio o la Transpirenaica; todo ello sin olvidarnos de Marruecos, donde las R1200GS de tantos y tantos bemeuvistas volverán a asomarse al desierto para soñar, quien sabe si con el Dakar, quien sabe si con las mil y una noches.
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Buenas, un gran saludo, referente al tema de la GS, tengo que confesar que a mi personalmente no me inspira confianza, he leído, sobre los muchos problemas que causa en viajes, justamente debido al «exceso» de electrónica asociada a su funcionamiento, también vi fotos de «roturas» del dichoso telelever, entre otras, y siempre he preferido las motos japonesas, difícilmente dan problemas a pesar de los años de uso, y por ultimo el Peso, creo que una «moto de aventuras» debe ser liviana dentro de la lógica, Ya lo dije al principio, es una opinión personal, e indudablemente se vende mucho, y ya lei laprueba de la nueva version, mas potente, con mas cilindrada y por supuesto mas peso. VVVsss, a todos lo motociclistas del mundo, saludos.
Hola, Federico.
Sin duda, tu punto de vista es el seguido por mucha gente. De hecho, durante esta semana, he vivido una interesantísima experiencia de tres días a lo largo de pistas rotas, piedra suelta y hierba, para cruzar todo el Pirineo a bordo de una 250 de tan sólo 4.000 euros. El resultado es que las 14 unidades implicadas llegaron sin novedad, sin ni siquiera un pinchazo a su destino en San Sebastián.
Ésa es una realidad; pero también es cierto que hay otra formas de entender la gran aventura, y entre ellas la R1200GS es la protagonista por sus cifras de ventas.
Muchas gracias por dejar tu comentario.