Con un audaz ejercicio de diseño, la marca sueca se introduce en el universo vintage de la moto, presentando una gama cargada de estilo y de carácter, que comenzamos a probar con esta Svartpilen 401. Un modelo ligero y estrecho, con una imagen neoclásica, que se nos antoja como si la hubieran sacado de un cómic futurista dibujado en los cincuenta. “Urban Explorer”, llaman los nórdicos a este peculiar concepto para tratar de definirlo; pero lo mejor será que el propio lector juzgue lo que le sugiere a la vista esta singular monocilíndrica.
Por nuestra parte, vamos a ver lo que da de sí en acción, y qué sensaciones transmite al motorista sobre los diferentes escenarios en los que se puede disfrutar de su conducción.
La Svartpilen es una naked con tacos
Efectivamente, la posición de esta Husqvarna es ni más ni menos que la de una naked de libro. El manillar plano y más bien corto, dispone nuestras manos de manera que el tronco queda más bien echado hacia adelante. En cuanto a los pies, se sitúan algo elevados y un tanto retrasados, dejando las piernas replegadas en una postura natural, que puede resultar suficientemente relajada para hacer kilómetros, si es que se planteara el caso.
En cuanto al asiento, va colocado a 835 mm del suelo, dejándonos el trasero en una línea un tanto elevada sobre el conjunto, para transmitirnos la sensación de ir totalmente encima de la moto, y no integrados en su fuselaje, como ocurre en otras naked.
En esta situación, la postura nos deja expuestos al viento de una forma total, sin ni siquiera la posibilidad de acurrucar las piernas en las hendiduras que marca el depósito.
En marcha con la Svartpilen 401
Con siquiera rozar el botón de arranque, la puesta en marcha se hace instantánea, para dejarse oír un rumor discreto, casi impersonal, que acompaña en el ralentí a este pistón de carrera corta (89×60), que llega a rendir unos preciados 44 CV. Sin embargo, a medida que abres el acelerador, el sonido cambia por completo, hasta destaparse totalmente con un agudo bramido que sorprende y que nos hace vibrar a la vez.
Tras tirar del embrague, suave al tacto y progresivo en su accionamiento, sentiremos cómo incluso va más allá en su precisión al soltarlo, graduando el empuje del motor prácticamente al milímetro.
En cuanto al cambio, muestra un corto recorrido en su palanca, igualmente suave y preciso en su accionamiento. De la misma manera, podríamos alargar esos dos conceptos de suavidad y progresión para definir el empuje del motor (37 Nm) en todo su rango de revoluciones, con una patada extra a partir de las 7.500, que pone un punto añadido de emoción a la placentera sensación que ya transmite en la parte más baja del cuentarrevoluciones.
Lo cierto es que la finura, y la impresión general que crea este motor de 373 cc al sentirlo en altos nos llevó a mirarlo después, al detenernos, para asegurarnos de no hay más que un único colector de escape, tras llegar incluso a sospechar que conducíamos un bicilíndrico, antes evidentemente de consultar los detalles técnicos de esta Svartpilen 401.
El Trial urbano de la Husqvarna Svartpilen 401
La agilidad de esta sueca incluso supera lo que nos lleva a intuir los 152 kilos que marca en la báscula; un peso ya de por sí bastante discreto, pero es que, más allá de ello, la precisión y la estrechez de este modelo permiten un control insólito a velocidades muy bajas, e incluso una pasmosa facilidad para mantener el equilibrio estático, al modo trialero.
Todas estas virtudes en pro de una manejabilidad casi prodigiosa, nos invitan finalmente a sentirnos haciendo algo semejante a una gincana urbana entre el tráfico atrapado en las calles y avenidas, a través de las que te podrás guiar con cualquiera de los navegadores mostrados en este artículo.
Cómo va en curvas la Svarpilen 401
Ni que decir tiene que esa sobresaliente soltura se traslada intacta a la carretera de curvas más retorcida, para hacer de la conducción de esta sueca un auténtico juego de niños, incluso para el motorista más novel.
Por otro lado, la sensación de aplomo que transmite a esas velocidades es más que suficiente para generar toda la confianza, incluso a un tipo de 103 kilos, como un servidor, o al que se plantea como principal objetivo de esta sueca: otra vez el principiante.
Esta pisada firme puede sorprender a más de uno, después de observar el taco grande de los Pirelli que calza, pero la realidad es que la goma se apoya, se expande y agarra con una sobrada fijeza a cualquier tipo de asfalto.
También es cierto que en los virajes rápidos, a partir de los 90-100 por hora, se percibe cierta inquietud, que se traduce en algún nerviosismo, al paso inclinado por las irregularidades del firme. Un efecto por otro lado inevitable, dadas las cotas (1.367 mm de distancia entre ejes) y el comportamiento rápido y preciso, como el de una lagartija, que desarrolla a muy bajas velocidades.
Aun así, esa leve zozobra que transmite la parte ciclo cuando cambiamos de dirección, a esas velocidades, no sólo no llega ni a preocupar, sino que tampoco puede crear vértigo, ni mucho menos, en el principiante. Se controla fácilmente aplicando con los brazos un control sobre el manillar, a modo y manera de un amortiguador de dirección manual.
Cómo frena la Husqvarna Svartpilen 401
A menudo se piensa que más vale dos que uno, sin embargo la industria de la moto nos pone delante ejemplos para demostrar que esta máxima no es siempre se cumple. La frenada de la Svartpilen 401 es uno de ellos.
La pinza de anclaje radial firmada por Bybre ofrece un mordiente soberbio sobre el disco flotante de 300 mm al tacto de la maneta. Una mordida que no solo basta y sobra para aplicar una frenada óptima en cualquier situación, sino que se gradúa con una precisión milimétrica, al gusto del motorista y según la necesidad de cada circunstancia.
En cuanto al freno trasero, el disco de 230 mm cumple bien con la función geométrica de mantener la moto lo más horizontal posible durante la retención, aplicando una sujeción extra a la frenada, sin que llegue a provocar la intervención del ABS, a menos que la delicadeza del piso lo requiera.
En el campo con la Svartpilen 401
Hicimos una breve incursión en la tierra, dado el amago de scrambler que presenta con sus Pirelli Scorpio Rally y con sus llantas de radios. Tuvo que ser breve, tras observar la distancia libre al suelo que guarda, de tan sólo 145 mm, y el recorrido de sus suspensiones, con 142 en la horquilla y 150 en el amortiguador, medidas que, como comprende el lector, resultan eminentemente ruteras.
De todos modos esa agilidad y esa precisión de movimientos al toque del manillar, a las presiones sobre las estriberas o sobre el depósito, que nos ha mostrado sobre el asfalto la convierten en un juguete divertidísimo también fuera de él.
La cuestión es que, sobre esta Svartpilen, cuesta provocar los derrapes más de lo que parece, gracias al excelente agarre del taco abierto que ofrecen los Scorpio Rally; y por otro lado, cuando consigues hacer deslizar la rueda trasera, se puede controlar en cada grado con que se atraviesa sobre el camino, gracias a la progresividad y a la nobleza que muestra el empuje del monocilíndrico.
Instrumentación y complementos de la Svartpilen 401
El reloj que preside el frente presenta un diseño totalmente acorde con el aire singular que envuelve toda la moto. En él cabe la información elemental, con un pequeño ordenador a bordo para el control de un consumo muy recortado, en torno a los 3,6 l/100, como cabe esperar en un motor de estas características. Además, este registro resulta aun más interesante, por la discreta capacidad de un depósito (9,5 litros), impuesta por el tributo al apartado estético. Sobre él, Husqvarna ha instalado una peculiar parrilla portabultos, que da a la Svartpilen cierto aire aventurero y una marcada personalidad.
La iluminación
El faro, por su parte, imprime aun más carácter a este modelo con su personal diseño y su amplio diámetro, ofreciendo una luz excelente, sobrada para alumbrar nuestro camino con las prestaciones que entrega esta neoclásica.
Al hablar de la señalización luminosa, con tecnología led, nos encontramos exactamente lo mismo, resolviendo una parte trasera en total sintonía con el recorte radical que muestra todo el conjunto.
El pasajero en la Svartpilen 401
Esta naked con tacos, ideal, como ya hemos señalado, para iniciarse en el mundo de las dos ruedas, no es un modelo monoplaza, pero sí podemos decir que sus recursos destinados al pasajero resultan meramente testimoniales.
Las estriberas cumplen, pero lo cierto es que el espacio de la plaza trasera en el asiento queda recortado por la escueta línea de esta criatura, mitad retro, mitad futurista; y apenas servirá para cumplir con trayectos cortos, de puro trámite, dentro de la ciudad.
Mejorable en la Husqvarna Svartpilen 401
Los retrovisores, colocados en una posición de privilegio y extendiéndose en una generosa superficie sobre su diseño, a juego con el resto de la moto, ofrecen una visión suficiente de nuestro panorama trasero; sin embargo no con la amplitud que cabría esperar, dadas sus características.
En este sentido, unos espejos con una óptica algo más panorámica resolvería mejor, sobre todo para asegurarnos totalmente el cambio de carril, sin necesidad de verificarlo con el rabillo del ojo, o girando levemente la cabeza.
Precio de la Svartpilen 401
El precio fijado por Husqvarna para este juguete, que resulta pura diversión al conducirlo, es de 5459 €
Nuestra opinión sobre la Svartpilen 401
Concebida, según la propia marca, para la periferia metropolitana, representa, de cualquier forma y como venimos repitiendo, un modelo ideal para los que se asoman por primera vez al mundo de la moto, que les llevará disfrutando de aquí para allá, luciendo una estética que a nadie pasará inadvertida.
Una moto con unas dotes urbanas fuera de serie, que en las salidas dominicales se desenvolverá como un pececillo esquivo por esa carretera de curvas que serpentea la montaña o que recorta el acantilado del litoral.
Un modelo divertido donde los haya, tanto sobre el asfalto, como fuera de él, siempre que el camino esté más o menos pisado, y no ofrezca irregularidades ni cortes abruptos.
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Preguntas frecuentes
¿Cómo acelera la Husqvarna Svartpilen 401?
De una manera muy progresiva y dosificable, sin vacíos ni tirones, alargando el empuje al final de una forma sorprendente, para tratarse de un monocilíndrico.
¿Cómo va en curvas la Svartpilen 401?
Es sencillamente divertidísima, por su agilidad, su ligereza, y por la fuerza con la que empuja el motor abajo y en medios.
¿La Svartpilen 401 es una moto para el campo?
No lo es esencialmente. El recorrido de sus suspensiones y su distancia libre al suelo, la limitan fuera del asfalto. Sin embargo, en un camino bien pisado puedes jugar a derrapar con la diversión asegurada.