Con este modelo, la marca de Taiwan ataca el preciado cetro del campeonato urbano, haciendo una abierta declaración de intenciones, empezando por su propio nombre.
Efectivamente, con una longitud de tan solo dos metros y cinco centímetros, y un radio de giro que le permite, como quien dice, dar media vuelta sobre una moneda, este Kymco fluye como una anguila entre el tráfico más congestionado. Pero antes de leer este reportaje y para empezar a equiparte para conducir este scooter, nos permitimos recomendarte cualquiera de estas chaquetas de moto a muy buen precio.
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Veamos a continuación, parte por parte, lo que da de sí esté auténtico atleta de las calles.
Posición sobre el Agility City 125
Va totalmente en consonancia con su objetivo. Se trata de una posición de absoluto control, colocada en vertical sobre el asiento para ejecutar con facilidad los giros más cerrados y los cambios de dirección más radicales.
El manillar, corto y más bien elevado, se queda muy cerca de nuestro vientre; mientras que nuestras posaderas se sitúan a 790 mm del suelo –una altura asequible a la mayoría de las tallas-, sobre un asiento de ergonomía perfecta tanto para sujetarlas como para ofrecer un excelente confort.
Los pies se apoyan sobre la plataforma absolutamente plana y diáfana, que permite una colocación lo suficientemente atrás para ejercer el máximo control, y lo suficientemente delante para procurar una postura más relajada durante los tránsitos más largos por las circunvalaciones.
El Motor del Kymco Agility City 125
Una propulsión de lo más sencilla, sustentada por un monocilíndrico de cuatro tiempos y solo dos válvulas, con el clásico sistema de refrigeración mediante aire forzado.
Vemos solo 9 CV en su ficha técnica, y sin embargo no debemos dejarnos engañar; porque el trabajo realizado por Kymco sobre la inyección, el encendido electrónico y particularmente sobre el embrague centrífugo, hacen maravillas con esta discreta potencia; particularmente en las aceleraciones de 0 a 40 por hora, primordiales para escapar de la jauría rodada que arranca en cada semáforo.
Después, en la autovía, es capaz de alcanzar y mantener los 110, con un tipo de 1,91 m y 97 kilos encima, lo que le deja con dignidad en la franja media de la cilindrada.
Cuánto vibra el Agility City 125
Este capítulo resulta ciertamente simbólico, percibiendo únicamente la sensación de que el scooter está vivo, por así decirlo, impulsado por un motor de explosión y no por uno eléctrico.
Un trabajo muy fino, el que ha realizado por Kymco para conseguir neutralizar las vibraciones hasta ese punto en un motor de un solo cilindro.
El paso por curva del Kymco Agility City 125
Las suspensiones se soportan sobre una horquilla telescópica convencional, y un doble amortiguador trasero, y a su funcionamiento se le puede poner el calificativo de “equilibrado”.
Por un lado, ofrece un excelente aplomo a la hora de negociar cualquier rotonda a un ritmo bien vivo, lo mismo que los cambios de dirección tan radicales que es capaz de negociar con las pasmosa facilidad que muestra al ejecutar cualquier giro.
El Agility City 125 se siente firme, sólido, y bien aposentado, incluso en las curvas más rápidas que nos llevan a las incorporaciones de la autovía.
Por otro lado, la amortiguación ofrece un confort más que suficiente para sus pretensiones urbanas, todo ello en consonancia con el espumado del asiento, generoso en espesor para sus dos plazas.
La Frenada del Agility City 125
Aunque, dada su categoría, no monte ABS, el tacto de ambos frenos resulta tan dosificable que no lo hace imprescindible, a poca mano que tengamos y a medida que la adaptemos a la capacidad de parar que muestra este Kymco, y que resulta totalmente irreprochable.
En cuanto al freno delantero, con un disco de 260 mm y con su pinza de tres pistones, muestra una potencia sobrada, combinada con el tacto dosificable que ya hemos señalado.
Y en lo que respecta al tren trasero, con un disco de 240 mm, sorprende su capacidad de frenado, que va mucho más allá de la mera de mantener el scooter lo más horizontal posible, parándolo casi por sí solo en frenadas de considerable exigencia.
Complementos de la Kymco Agility City 125
El display, discreto en sus dimensiones, ofrece toda la información que necesitamos con suficiente claridad, incluso sufriendo una presbicia de 2,5 dioptrías.
Los retrovisores
Representan un elemento crucial en esta categoría. Los de este Agility ofrecen un panorama lo suficientemente amplio de lo que se nos acerca por la retaguardia.
El caballete central
Un elemento que va más allá de resultar un recurso interesante, aparece casi como un lujo en un scooter de este precio. El del Agility City se muestra absolutamente estable, además lo eleva con un accionamiento muy fácil, sea cual sea el tamaño y la fuerza de su futuro propietario.
Guanteras
La descubrimos tras el escudo. Equipa en su interior una toma USB, casi obligada hoy día; y el hueco bajo el asiento, dada la particular arquitectura de este modelo, da de sí únicamente el espacio justo para albergar un casco jet, más una chaqueta de tamaño y grosor moderados.
El pasajero en el Agility City 125
Por último, detalles como las estriberas escamoteables para el pasajero, que se despliegan mediante un resorte, tras pulsar un botón, muestran este modelo fuera del escalón mercantil en el que se tiene presente el bajo coste como único objetivo.
Lo mismo ocurre con el espacio que le reserva su asiento y con la calidad que muestran el tacto tanto de los plásticos como de la pintura.
Mejorable
Para hacer mejor frente, o superar a la competencia, sería interesante, si fuera posible, que Kymco rediseñara el espacio que queda bajo el asiento, ganando algunos centímetros cúbicos.
Precio del Agility City 125
Kymco vende este 125 en sus concesionarios por 2.299 euros.
Opinión del Kymco Agility City 125
En definitiva, un auténtico campeón de la ciudad, como apuntábamos al principio y haciendo honor a su propio nombre, con una aceleración suficiente para escapar de la jauría automovilística en cada semáforo, además de una estabilidad y una frenada sobradas, para las prestaciones que desarrolla.
Su facilidad de manejo y su confort lo mantendrán, a buen seguro, en la categoría de superventas, ya que satisfará las necesidades de un amplio espectro de usuarios, empezando por los que carecen del carné de moto, y llegan a las dos ruedas directamente desde el coche.
Pruebas relacionadas
Como siguiente escalón, después de la categoría de 125, os proponemos estas dos 350.
Preguntas frecuentes
¿Es cómodo el Agility City 125?
Dentro de su orientación, eminentemente urbana, resulta un scooter muy cómodo.
¿Cómo protege de la lluvia el Agility City 125 ?
Pues por la misma orientación urbana, claramente, no puede ofrecer la protección de un scooter más grande y del tipo GT. Sin embargo, las piernas quedan prácticamente al resguardo, gracias al escudo y al espacio de la plataforma corrida.