Dentro de todos los ámbitos en los que trata de expandirse la movilidad eléctrica, no cabe duda de que el urbano es en el que no sólo es en el que lo tiene más fácil, más a mano, por así decirlo, y donde también encuentra más posibilidades de éxito; todo ello además de un breve horizonte que lo hace como obligatorio. Este Nerva EXE es, sin ir más lejos, un perfecto ejemplo.
Efectivamente, si tienes tus recorridos urbanos más o menos fijados al cabo de la semana, este eléctrico dejará atrás a cualquier scooter de explosión que te plantees. La solidez de su empuje, que se percibe prácticamente en todo su rango de revoluciones, lo hacen imbatible frente a cualquier otro que se pueda conducir sólo con el carné de coche.
El EXE Maxi scooter
Dadas sus dimensiones y su envolvente carrocería, el EXE resulta el equivalente a cualquier maxi scooter de 125. Esto le da capacidad para moverse también con una digna solvencia por las vías interurbanos, con límites de velocidad de 90 o de 100 Km/h. Y, normalmente, con un impulso más robusto a esas velocidades, que nos permitirá escapar de la intimidacón que pueda provocarnos algún que otro coche.
La postura del Nerva EXE
Pues, efectivamente, es como la de cualquier maxi scooter, con un confort superlativo, para tratarse de un vehículo de tan discreta potencia. El asiento, situado a 800 mm del suelo, resulta un auténtico sofá urbano, estrechándose con una punta en su extremo anterior, para facilitar el apoyo de los conductores con una talla impropia del basket.
El manillar coloca la manos en una posición quizá dos o tres centímetros por encima de lo habitual en la categoría, lo que hace más natural la segunda colocación de los pies, adelantados al estilo custom. La primera, apoyándolos en el punto medio de cada plataforma, nos proporciona una buena postura de control para transitar entre los coches, con el tráfico más denso en movimiento.
El motor del EXE
Moviendo botón corredero, situado sobre la piña izquierda, sacamos a este eléctrico de su estado P, de parking, y lo pasamos al D, con un rótulo en verde, además bien llamativo, señalando que el EXE está preparado para salir. Sería el equivalente, en gasolina, a haber apretado el botón de arranque y tener el motor al ralentí.
A continuación, al girar el puño del gas, el scooter inicia la marcha con un silencio absoluto, sobre el que se superpone a continuación un discretísimo sonido de sirena. El motor eléctrico está vivo, comienza a trabajar.
El empuje de los 48 Nm, no sólo es suficiente para dejar atrás a la jauría de coches en el arranque de cada semáforo, sino que nos hará sentir una aceleración sorprendente, si no olvidamos en la categoría sobre la que se encuadra este Nerva EXE.
La ficha técnica declara una potencia nominal de 12,2 CV, pero se nos antoja más en marcha, y el hecho es que el pico del motor alcanza incluso los 16,3.
Tres modos
Si tenemos seleccionado el modo 1 en la tecla situada sobre la piña derecha, ese impulso de rotor eléctrico se prolonga sin alteraciones, exactamente, hasta los 50 por hora,. En el modo 2, llega hasta los 80 y en el tercero hasta los 125, velocidad máxima a la que está limitado este EXE.
En la pantalla veremos las palabras Eco, Normal y Sport para cada uno de los tres modos, respectivamente. Y si arrancamos con el modo 1 y mantenemos el puño girado, cambiando al 2 sobre los 50 y al 3 sobre los 80, sentiremos un tirón importante, muy semejante al de un cambio convencional, al ir pasando a una marcha superior.
Una cualidad a considerar en un scooter de esta categoría, tan masiva en el mercado, es su capacidad para mantener los 125 km/h con dos plazas y al ascender algunas suaves pendientes de las autovías. Sólo con las más acentuadas o con un viento fuerte en contra, es cuando afloja su fuerza.
Un detalle a tener en cuenta que caracteriza este motor es el siguiente:
Si colocamos la rueda delantera pegada frente a un bordillo corriente de acera, y aceleramos para superarlo, esperaremos el impulso acostumbrado de la gasolina, que en este eléctrico no se produce. Tendremos que apartarnos poco más de un palmo y acelerar para tomar una micro carrerilla, con la que superaremos ese bordillo sin problema.
La autonomía del EXE
El gran melón de los vehículos eléctricos. Pues Nerva anuncia 150 kilómetros sin recargar, y es así, lógicamente, con la conducción más eficiente en condiciones óptimas. Al contrario de lo que ocurre con un motor de gasolina, en el caso de un eléctrico, mantener una velocidad constante en la autovía es lo que más consume, mientras que si conducimos con aceleraciones y cortes constantes, reservaremos la autonomía a lo largo de una mayor distancia.
En nuestro caso, con los 105 kilos que pesa quien firma este artículo, conseguimos una autonomía en torno a los 130 km en una conducción urbana que podríamos calificar de mixta, con algunos tramos de autovía incluidos. Eso sí, siempre con el puño roscado a tope.
Y en el caso de aplicar la conducción más voraz, es decir, a tope de velocidad en el modo sport, no pasaremos de los 75 kilómetros sin tener que enchufarnos. Así pues, podemos contar con que en el modo Normal, con una punta de 80 por hora, dispondremos de 115 km de autonomía.
La Recarga del Nerva EXE
La dos baterías en paralelo de 75 Ah y una tensión de 76,8 voltios pesan un total de 60 kilos, con lo que, independientemente de que no se puede extraer, su masa hace casi inviable subirlas diariamente a casa desde el garaje. Pero para compensar esta inmovilidad, se pueden recargar mediante un sencillo enchufe, corriente y moliente, con toma de tierra.
Las dos baterías son de ferrosfato, LFP, y llevan la firma de BYD. Este tipo de baterías se presentan como una variante de las de litio, con la ventaja de que resultan más estables ante los cambios de temperatura, más seguras en general; de esta manera, su degradación a través del tiempo es menor, resultando más duraderas.
Nerva indica 4 horas para una carga total y 3 horas para poner la batería al 80%. En unas condiciones más naturales, por llamarlas así, ponemos el ejemplo de una recarga que comenzamos con la batería al 22% y alcanzó el 80% al cabo de 90 minutos.
Para hacer las comparaciones pertinentes con el consumo en los motores de explosión, apuntemos que la recarga completa del EXE se queda justo por debajo de los dos euros. Al precio que está el combustible, al lector le será muy fácil apreciar la diferencia.
Comportamiento en marcha
Desde luego, hay scooters más ágiles, con una longitud más corta y un menor peso (El EXE son 202 kilos), pero pertenecen a otra categoría, con plataforma corrida abajo y el manillar justo encima de la rueda delantera, con los que algún manitas podría hacer auténticos juegos malabares. Pero, teniendo un maxi scooter como este Nerva, lo cierto es que su forma de entrar en los virajes resulta tan sencilla como intuitiva, incluso conduciendo con los pies colocados en las plataformas delanteras y elevadas.
El aplomo en el paso por curva, incluso en las más rápidas, se muestra sólido en todo momento, gracias a su horquilla telescópica y sus dos amortiguadores con botella de gas y muelle de doble efecto; todo ello anclado a un chasis multitubular de acero, que es del tipo que soporta a muchas motos. Además lleva las baterías ancladas en el centro para equilibrar los pesos lo máximo posible. Igualmente, la llanta delantera de 15”, en combinación con la trasera de 14, ayudan a que el EXE mantenga la trayectoria que le marcamos lo mismo que un tiralíneas.
La frenada del EXE
Su rendimiento, a grandes rasgos, resulta sencillamente soberbio. Una frenada que va a cargo de un doble disco de 260 mm en el tren delantero, con el complemento de uno sencillo 230 atrás. Presionando la maneta izquierda se activa la frenada combinada del tren trasero junto con un disco de delante, mostrándose suficiente para la mayoría de las frenadas. Pero, si nos encontrásemos en una situación algo más apurada, podremos echar la mano sobre la maneta derecha para que entre en acción el segundo disco, y el EXE se pare igual que si lo hubiera sujeto un ancla.
Indicar, eso sí, que al menos en la unidad de prensa cedida, percibos un tacto un tanto áspero en ambas manetas.
Por otro lado, la frenada se muestra progresiva y precisa para ajustar la retención a nuestro gusto en cualquier circunstancia. Un valor muy interesante para los conductores que llegan a este eléctrico sólo con el carné de coche o que, simplemente, no son motoristas; todo ello independientemente de contar con el ABS.
Además, a la actuación propia de los frenos, se añade la suave retención del motor, que es algo mayor de la ofrecen muchos scooter a gasolina de su categoría.
La regeneración
En la misma esfera del cuentarrevoluciones, con su escala en blanco, encontramos otra en verde abajo, que marca en sentido contrario hasta las 3.000. Esta escala es la que mide la recarga de las baterías en marcha, y que se activa cada vez que cerramos el puño del gas y el scooter continúa avanzando mientras retiene la marcha.
Para dar una idea de cuál es esta recarga en marcha, comprobamos que resulta de un 1% en unos 200 metros, aproximadamente.
Protección del Nerva EXE
Es ni más ni menos que la de un maxi scooter o un scooter GT de 125, como se prefiera. Por tanto resulta de lo más extensa y confortable, con una penetración aerodinámica muy efectiva.
La pantalla transparente, por su lado, sube hasta cubrirnos el pecho por completo, dejando los hombros al descubierto únicamente en los conductores de tallas XL. Abajo, las piernas quedan a buen recaudo, prácticamente al completo; tan sólo nos puede alcanzar alguna turbulencia en una pequeña franja de las espinillas.
Marcha atrás
El botón R, situado sobre la piña derecha, es el que activa la reversa, después de haber pulsado el botón P de la izquierda hasta que aparezca una R marcada en la pantalla.
Aunque el peso de este scooter no es particularmente llamativo, este recurso viene muy bien para las situaciones urbanas en las que nos podamos meter, bien en los atascos más intrincados o bien a la hora de aparcar en las calles más apretadas.
Equipamiento del EXE
Todo queda controlado por la esfera de dos relojes y por una pantalla TFT de suficiente extensión, en la que cifras y escalas se distinguen con suficiente claridad, incluso padeciendo una presbicia de 2,5 dioptrías, para dar una idea.
Los retrovisores se muestran de lo más eficaces, mostrando un extenso panorama de nuestra retaguardia, contando además con una nitidez absoluta a cualquier velocidad, al no existir ni una sola vibración.
El hueco bajo el asiento resulta tan generoso como para guardar un casco integral de talla grande, incluyendo los de formas aerodinámicas salientes. Además quedará espacio para un traje de agua y algún objeto más.
El EXE equipa un caballete de anclaje central, muy estable y realmente fácil de desplegar y subir el scooter sobre él.
El pasajero
Se puede decir que viajará de auténtico lujo en el EXE. Su plaza de asiento es una prolongación, en otra altura, del sofá que alberga al pasajero. Unas asas amplias y sólidas rodean su plaza, y los pies irán apoyados sobre unas estriberas con un generoso grosor de goma y una anchura llamativa. Además, cuando viajemos solos, irán no sólo plegadas, sino perfectamente empotradas en la carrocería del scooter.
Mejorable
Se echa de menos una guantera tras el escudo para guardar objetos como el mando del garaje o la cartera con las tarjetas para el peaje.
También señalar que las manetas carecen de regulación.
Precio del EXE
Nerva pone este eléctrico en el mercado por 6.930 euros.
Opinión sobre el Nerva EXE
En esta ocasión vamos a dividir el apartado en dos visiones bastante distintas, para agrupar de forma general los posibles futuros clientes de este eléctrico.
Para el motorista
Entendiendo el que lleva toda su vida conduciendo un motor de explosión, necesita un pequeño cambio de mentalidad. Aparte de asumir el silencio, con la suave sirena de fondo, además de la ausencia de vibraciones, debe de mentalizarse para administrar la autonomía, algo parecido a conducir con un depósito de una gran reserva; mientras que va entendiendo un consumo casi a la inversa del que se da en un motor de gasolina, y con los tres modos de conducción, a semejanza con tres supuestas marchas de ese mismo motor de combustión.
Pero lo que quizá necesite una mayor adaptación para ese motorista de siempre es el corte de tracción total que se activa cuando cerramos el gas. En marcha, entre calles o más aun en la autovía, no va a notar ninguna reacción en particular, pero en las maniobras de garaje, tan lentas, el scooter tenderá a caerse en más de un giro hasta que aprenda a jugar con el freno, el gas y el propio equilibrio.
Para el No motorista
Pues si un scooter de 125, completamente automático, como lo son todos, resulta particularmente fácil de conducir para quien no lo ha hecho nunca, este eléctrico resultará aún más sencillo, con su frenada combinada y la retención de su motor al ir a frenar. Además de ello, la propulsión eléctrica tan llena y progresiva le hará aun más fácil, si cabe, la forma de progresar, jugando además con algo tan sencillo como un botón corredero para ir pasando a una velocidad superior.
Preguntas frecuentes
¿Es estable la pata de cabra del Nerva EXE?
Sí, desde luego que lo es; y además resulta facilísimo desplegarlo desde el puesto de conducción.
¿Tiene buenas luces el Nerva EXE?
Emplea tecnología led para toda la señalización, y también para la iluminación, por lo que tanto ver como ser vistos está garantizado.
¿Qué recorrido tienen las suspensiones del Nerva EXE?
La horquilla delantera, con barras de 37 mm, ofrece un recorrido de 106 mm. Mientras que el doble amortiguador trasero recorre 70.