El mundo del motor se ha guiado por una máxima: tu mayor rival siempre será tu compañero de equipo. Y a partir de ahí, el resto de contendientes con los que te enfrentas sobre el asfalto. Esa mentalidad parte de que únicamente lucharán a igualdad de condiciones con el piloto que les acompañe al otro lado del garaje, puesto a que será el único con el que se comparta montura, y con una larga trayectoria en el Mundial, Valentino Rossi era muy consciente de ello.
El nueve veces campeón no solía tener demasiados problemas a la hora de batir a final de año a su compañero, independientemente de su posición final en la general, pero después de muchos cursos siendo el líder de la escudería tuvo que aceptar como Yamaha, en 2008, quiso formar un equipo ganador para el que confió también en el talento de Jorge Lorenzo.
El balear llegaba a la estructura japonesa con dos títulos consecutivos de campeón en la categoría intermedia y una progresión, que puso en jaque la jerarquía de un equipo como Yamaha que después de 20 años, había conseguido gracias a Valentino dos nuevos campeonatos. El italiano puso fin a una sequía demasiado extensa para los de Iwata y la recompensa fue un compañero, que podía disputarle los Mundiales.
Un ambiente hostil en yamaha
Desde el primer momento la hostilidad se instauró en el box de Yamaha. Jorge era consciente de que no era bien recibido al otro lado del garaje y al mismo tiempo, Valentino quería evitar a toda costa que le pasaran por encima. Lo que le terminó llevando a abandonar la estructura japonesa después de tres temporadas compartiendo equipo con el balear, para poner rumbo a Ducati.
Rossi se sinceró al respecto en el programa ‘In Depth’: «En 2008, Yamaha decidió hacer un equipo con dos pilotos top. Yo me enfadé con Yamaha porque me dije: ‘Vengo aquí, gano después de 20 años, merezco un piloto que sea un poco menos que yo», pero no, decidieron hacerlo así. Esto me hizo cambiar de moto e irme a Ducati porque con Lorenzo fue difícil».
El problema para Valentino residía en que ambos luchaban «por el mismo objetivo»,y termina relatando cómo se vivía en el paddock: «En el circuito, normalmente, la tensión es muy alta. Igual dices algo en una entrevista con los periodistas, en la que dices algo malo sobre tu compañero… y no es fácil. Era difícil no pelearse».
El peor momento mientras competian en motogp
Pese a que hubieron tensiones de manera constante dentro de Yamaha con Jorge y Valentino compartiendo equipo, El Doctor tiene un momento clave que potenció su enemistado con el pentacampeón: «¿Lo peor? Fue en 2009 en Barcelona. Cuando luchamos durante toda la carrera. En el equipo empezó a haber algunos problemas. Para una parte fue un gran alegría porque gané yo; los otros estaban enfadados…».
Durante ese curso, pese a que Lorenzo fue capaz de apretarle todavía más las tuercas al italiano, finalmente Valentino consiguió su segundo título consecutivo y la vez, el noveno y último que sumaría en su palmarés. Pero ni siquiera el hecho de batir a Jorge durante las dos primeras temporadas del balear en Yamaha, pudo retenerle dentro del equipo japonés que abandonó en 2010, con el primer título del español.
El cambio a Ducati no fue para mejor, pues Valentino regresó dos años después a Yamaha tras haber cuajado sus peores temporadas hasta entonces en MotoGP. Y lejos de suavizar tensiones, la historia con Lorenzo no cambió y durante los últimos cursos que compartieron garaje en la casa de los diapasones, instauraron un muro entre ambas partes del box para dejar claro que su relación, era insalvable.