A pesar de la previsiones, que siempre retraen cuando son negativas, a pesar de la lluvia que cayó hasta la media mañana y a pesar, también, de las nubes grises y del ambiente húmedo que amenazaban con traerla de nuevo, el lado más reivindicativo de las dos ruedas respondió de forma masiva a la convocatoria de este domingo (16 de Diciembre 2.018).
Desde luego no es la primera vez que miles de motos recorren la Castellana, cruzan la Cibeles o se pasean por la calle de La Princesa dejando su característico rumor impreso en cada fachada, su variado cromatismo reflejado en cada escaparate y su imagen de colectivo sólido y solidario registrada en la expresión de los viandantes; sin embargo, en esta ocasión ha resultado un espectáculo inédito ver el Paseo de Recoletos anegado de motoristas detenidos junto a sus motos, como una multitudinaria prolongación de las primeras filas, que se aposentaban frente a la Casa Consistorial de la Villa para celebrar un breve acto en memoria de los fallecidos en accidente y para gritar a continuación la consigna de esta manifestación:
“Madrid en moto sí”.
Un acontecimiento de carácter local, a diferencia de todos los anteriores, que con esa cifra superior a los siete mil (7.000), cobra un valor más representativo, si cabe.
La comitiva arrancó desde la Ciudad Universitaria, donde se dieron por megafonía las consignas que regirían la marcha de la manifestación, y que se cumplieron escrupulosamente a lo largo de todo el desfile, proyectando sobre el resto de la ciudadanía madrileña, sobre los turistas y sobre los curiosos que contemplaban el espectáculo desde las aceras, una imagen de exquisito respeto por la convivencia.
Un grito tribal
Tras la parada frente al Ayuntamiento para que todos a coro lanzasen ese grito de protesta, que más allá de su tono reivindicativo, se dejaba oír en el corazón de la Capital con cierto acento tribal, la inmensa caravana ascendió sin un solo corte, como una gigantesca serpiente, para rodear la Puerta de Alcalá y alargar su recorrido por la calle del mismo nombre, la de la florista, hasta finalizarlo en un punto tan emblemático como Las Ventas.
La proclama general, concentrada en ese eslogan gritado de Madrid en moto sí, reclama a grandes rasgos su libre circulación por todo el casco urbano de la ciudad; pero se desarrolla, además, a lo largo de un detallado manifiesto que dejamos expuesto en el párrafo siguiente. Pero antes de hacerlo, queremos recordar a la administración correspondiente que dentro de nada, como quien dice, llegarán las elecciones y que buscarán entonces el voto del motero, a veces recurriendo a cualquier reclamo ocurrente, en ocasiones no sin cierto ingenio, ciertamente, y en otras echando mano de cualquier recurso de moda, sin más, como el descrito hace tiempo en este relato.
Manifiesto Madrid en moto sí
Madrid, como todas las grandes ciudades, necesita de la moto en sus desplazamientos ciudadanos individuales. Madrid Central ha sido cerrado al uso de motocicletas, el gobierno de Madrid presenta una clara tendencia a despreciar la realidad y capacidad de la motocicleta en los desplazamientos individuales. La motocicleta es un recurso para la movilidad inteligente capaz de ofrecer a las grandes ciudades un modelo de dinamismo económico y social basado en el uso de menor tiempo durante la movilidad, ahorro energético, descongestión estática y dinámica, menos emisión y menos tiempo de emisiones.
Solicitamos: que se entienda la motocicleta como una solución a la movilidad en Madrid, no sufriendo restricciones circulatorias contrarias a la realidad y necesidad de los ciudadanos, ni tan siquiera en la almendra central. Para la reducción de la accidentalidad, se activen y ejecuten planes de seguridad vial eficaces, basados en el conocimiento del riesgo y en la investigación en profundidad de los siniestros. Se respete el marco legal en materia de seguridad vial en general y de señalización e infraestructuras en particular, prestando especial atención a coeficientes de rozamiento, obstáculos y modos de segregación del carril bici, ciclos semafóricos, señalización de obras, etc.
Se habiliten “carriles moto” especiales de entrada a la ciudad de Madrid, en determinadas vías y amplitud de un carril, en vías de varios carriles, para el filtrado hasta línea avanzada de detención. Se amplíen las líneas avanzadas de detención en intersecciones reguladas por semáforos. Se amplíen los estacionamientos de motocicletas en superficie con estrategias inteligentes. Se instalen sistemas antirrobo de motocicletas tipo anillas de seguridad o similares.
Se activen campañas sobre visión periférica y filtrado de riesgo durante la conducción para todo tipo de conductores, incluidos los de motocicletas. Se trabaje en la solución tecnológica para la eliminación de las rejillas metálicas ilegales, que son todas. Se activen campañas sobre todos los conductores sobre disciplina semafórica. Se abra una mesa técnica de trabajo especial de seguridad de motociclistas, con el tejido asociativo organizado, para su debate técnico, consenso y toma de decisiones.
Recordamos a todos los ciudadanos y administraciones públicas que la moto forma parte de la solución, no del problema.
Yo estuve allí Madrid en moto sí