Muchos contratos se cierran tras las cinco primeras carreras en el que las marcas pueden hacerse una idea del potencial de cada piloto. Lo que ocurre en estas puede desencadenar movimientos importantes en los asientos tanto de los equipos de fábrica como de los equipos satélite.
Una buena temporada significa un buen contrato y, por tanto, el futuro de los pilotos a veces está en sus propias manos. Este es el caso de Alex Márquez, cuyo contrato caduca este año. También de Alex Rins, cuya prioridad es quedarse en Suzuki.
Los contratos de Suzuki
Como bien describe Alex Rins, del Team Suzuki Ecstar: «este año muchos pilotos terminan contratos y creo que habrá un baile de motos importante en la parrilla, pero todos tenemos nuestras prioridades».

En la marca japonesa el tema de los contratos estaba detenido hasta que no fichasen a un team manager, figura necesaria y reclamada por los pilotos. Davide Brivio tuvo oportunidad de volver, pero rechazó la oferta y decidió seguir en la Fórmula 1.
Así que Livio Suppo pasó a ser la primera opción. Livio, ex manager en Honda HRC justo antes de Alberto Puig, que también sirvió en Ducati y fue el que fichó a Casey Stoner y se lo llevó a Honda, es el gran fichaje de la marca Nipona.
Este hombre, que gusta y disgusta a partes iguales por su fuerte carácter y su gran intensidad, es ahora el encargado de la contratación de los pilotos Suzuki para el 2023.
Ha dejado clara la posición con respecto al tema: «Cuando tienes dos pilotos tan fuertes, una de las prioridades es, por supuesto, mantenerlos a bordo. Pero debo decir que a veces esperar es bueno para todos y para el deporte».
Por su lado Joan Mir, el número 1 de Suzuki, que ha negado los rumores que le situaban en Honda HRC o Yamaha, ha confirmado su intención de quedarse en la marca nipona ahora que ha comprobado el gran paso adelante técnico que han dado.
El tema de si hay acercamientos y contactos o no con otras marcas, si los pilotos están al corriente o no de las reuniones de sus managers y de que los pilotos nieguen o no dichas reuniones, es un asunto delicado que genera bastante tensión.
El potencial de la nueva Honda
Otro piloto que será mirado con lupa es Pol Espargaró, y él es consciente de ello: «Hay que tener resultados lo antes posible, porque los contratos se van a cerrar antes de mitad de temporada y tendremos que ser competitivos. «.
Pol es un piloto coherente y honesto que explica con claridad lo que representa el mercado de los contratos: «Forma parte del juego. Llevo 15 temporadas en el Mundial de motociclismo y he tenido esta sensación muchísimas veces… pero creo que no hay que pensar en ser competitivos por un tema de contratos, sino por profesionalidad«.
Confía plenamente en el potencial de la Honda: «La moto es muy muy distinta. Si vemos el histórico de las Hondas de los últimos años, esta es revolucionaria, no tiene nada aerodinámico igual que las demás… esto hace que se tenga que pilotar de forma distinta, y para mi gusto es muy positivo, el cambio ha sido para mejor».
Con respecto a Marc Márquez, el piloto catalán tiene contrato Honda hasta la temporada 2024, del cual se dice que es el contrato más caro de la historia del mundial de motos.
El piloto de Cervera ha demostrado que sus motivaciones no son económicas y su intención fue devolver su salario de 2020 a Honda debido a su lesión, cosa que la marca japonesa rechazó.
La pelea por el puesto en el equipo de fábrica en Ducati
Ducati se ha saltado sus propias consignas de esperar, debido a experiencias pasadas, y ha sido una de las primeras escuderías en renovar a uno de sus pilotos, en este caso a Pecco Bagnaia que ahora tiene contrato hasta el 2024.
Los equipos, en general, se debaten entre el dilema de esperar a ver como evolucionan los pilotos para mover ficha con el tema de la contratación, o blindarlos cuanto antes para evitar que se vayan a otra marca en caso de ver su gran potencial.
Ahora la clave gira entorno a la decisión de si renovar a Jack Miller o si su puesto será ocupado por Enea Bastianini o por Jorge Martín junto a Pecco en el equipo de fábrica.

Jack Miller se ha expresado con contundencia sobre lo difícil de la situación: «Todos los años por estas fechas se empieza a escribir sobre mí, sobre cómo voy a perder mi trabajo… así que es lo mismo que siempre. No hay nada que pueda hacer, no tengo control sobre eso».
«Todo lo que puedo hacer es el mejor trabajo posible en la pista. Si mantengo mi puesto, mantengo mi puesto; si no lo hago, no lo hago… No entiendo por qué yo tengo que lidiar con ello y otros no. Pero lo acepto y sigo adelante»
Las aguas revueltas en Yamaha
Fabio Quartararo aún no ha formalizado su renovación, dado que han incumplido sus requerimientos: 10 millones de euros por temporada y una mejora substancial en la moto. Y Franco Morbidelli no acaba de volver a un alto nivel después de su lesión.
Lo cual cada vez convierte en una mayor realidad los rumores de que el piloto de SBK Toprak Razgatlıoğlu, que tiene contrato con directamente con la fábrica Yamaha hasta 2023, estará compitiendo en MotoGP la próxima temporada.
Aprilia y KTM
En Aprilia, tanto a Aleix Espargaró como a Maverick Viñales también les caduca el contrato este 2022, dado que el de Roses solo firmó una temporada con la marca italiana.

Por último, en KTM, Brad Binder tiene contrato hasta de 2024, mientras que a Miguel Oliveira le caduca en el 2023. Los pilotos del Tech3 tiene un contrato por dos años. Y Pedro Acosta tiene firmados dos años para Moto2 y 1 año mínimo en MotoGP.
Pit Beirer, director deportivo de KTM, no descarta que sus talentos, especialmente Raúl Fernández y Pedro Acosta, reciban ofertas por parte de otros fabricantes, lo cual podría complicar la vida de la marca austriaca.