Las condiciones en las que se celebró el Gran Premio de Indonesia, en el Circuito Pertamina Mandalika (llamado así por motivos comerciales) ha sido el reflejo claro de las condiciones caóticas del fin de semana y solo ha hecho que hacer crecer la incertidumbre máxima.
Además, los test previos que los pilotos de la categoría reina realizaron a mediados de febrero fueron completamente infectivos y ya provocaron que llegaran al Gran Premio de Catar más nerviosos de lo habitual, dado que carecían de referencias.
El Circuito Urbano Internacional de Mandalika
El mundial de MotoGP no se corría en Indonesia, donde hay una gran afición a las motos y al mundial, desde hace 25 años, desde 1997, aunque no en el circuito de Mandalika, que es nuevo.

Este se hace llamar circuito urbano, aunque dista de los circuitos urbanos al uso, pero se refiere a que no es permanente. Cuando el complejo residencial que lo circunda esté construido en su totalidad, habrá partes que serán calles.
Es un circuito de 4 km 310 metros, con 6 curvas de izquierda y 11 de derecha, con una velocidad máxima alcanzada de 311,2 km/h, trozos de hierba dentro del pit lane y sectores que recuerdan al circuito de Argentina.
Es una pista muy enlazada y no especialmente difícil. El sector 2 es de los más rápidos del campeonato con curvas de derecha que necesitan mucho gas y donde es fácil cometer errores.
Tiene muy pocas rectas y bastante cortas por lo que hace ineficientes los rebufos, especialmente para Moto3. La primera curva está muy cerca de la salida lo que la hace muy exigente, al igual que la curva 2, 10, 12, 13 y la última del circuito.
Las peculiaridades de la pista
En los test de pretemporada se comprobó el mal estado de la pista con piedras que rompían carenados, cúpulas y hasta incluso llegaban a herir a los pilotos. Para la primera carrera se procedió al reasfaltado de parte de la pista, generando zonas con comportamientos dispares.
Las zonas reasfaltadas han resultado las que más caídas provocan. Son zonas de subidas y bajadas que además tardan más en secarse y que llenan de parches de humedad la pista.
Además, la pista está sucia, cuando comienza a secarse emerge el barro y hemos visto a pilotos con sus motos como si estuviesen haciendo motocross. En definitiva, la moto «tracciona»(evita las derrapadas) de diferente modo dependiendo del estado de humedad y suciedad de la pista.

Por otro lado, la suciedad genera un carril muy fino por el que transitar, y una urgencia a no salirse de la trazada, ya de por si estrecha. En mojado la pista presenta buen grip, cuando se está secando la suciedad aumenta y solo cuando se seca completamente el carril queda limpio.
Todo esto implica una gran dificultad en los adelantamientos, no solo por la estrecha trazada de la pista, sino porque salirte de esta supone arriesgarte a una caída. Esto obviamente complica las remontadas.
Se hace, por tanto, prioritario obtener una buena posición en la parrilla de salida y ya no solo por los adelantamientos, sino por evitar tener a pilotos delante por el aumento en la temperatura del neumático y la no refrigeración de este.
Se hizo necesario un cambio en el sistema de entreno de las salidas no desde la zona destinada a ello sino desde la propia parrilla de salida, dado que la pista sucia patinaba. La parrilla de salida favorece a los que están en el centro y en la zona derecha, por la mencionada suciedad de la pista localizada en la zona cercana al muro.
La extrema condición meteorológica
Con el clima monzónico, las condiciones de calor y humedad (de hasta casi un 80%) son extremas, acompañadas de lluvias aleatorias y torrenciales durante horas.
La forma física de los pilotos es un factor decisivo, así como que hayan descansado, la buena gestión del jet lag, porque las condiciones de calor y deshidratación por la humedad son extremas.
La mezcla de todos los factores generó situaciones peculiares como por ejemplo ver a pilotos de Moto3 haciendo cronos superiores, yendo más rápido que pilotos de Moto2.
La cuestión de los neumáticos
Otro tema importante que marcó el gran premio fueron los neumáticos. Michelin, dado los problemas de sobrecalentamiento de los neumáticos mostrados en los test previos, tiró de compuestos de neumáticos del 2018 para este gran premio.
Dichos neumáticos, los del 2018, tienen la carcasa más dura para evitar el blistering (el desprendimiento de esta por abrasión) y rebajan la temperatura 15 grados con respecto a los test.
El problema es que son efectivos para el sobrecalentamiento pero la moto se comporte de forma muy diferente y entre otras cosas provoca mayor spinning (el neumático patina), es decir, menos grip.
Es cierto que el menor grip, es decir adherencia o agarre al asfalto del circuito de Mandalika, viene provocado también por las condiciones de la pista anteriormente mencionadas pero que en definitiva genera mucha menor velocidad en la moto.