Este está siendo sin duda un mundial peculiar, el más largo en términos de mayor número de grandes premios y el segundo de la historia que más pronto ha comenzado, y con un inicio de temporada bastante inusual.
Empezando por Yamaha y el vigente campeón del mundo de la categoría reina, Fabio Quartararo que, a pesar de tener el ritmo más rápido y constante durante todos los entrenos, en la carrera de Qatar habría quedado el 11 -la posición desde la que salía- si no hubiese sido por las dos caídas que hubo.
La catastrófica Yamaha
El piloto galo, antes de salir a pista declaraba que si acababa en el top 6 daba por buena la carrera, algo chocante al provenir de un talentoso piloto y actual campeón del mundo, que solo pudo arañar buenas posiciones al inicio de la carrera.

Al parecer iba en un grupo muy compactado que no permitía respirar al neumático delantero. El neumático cogió más presión de lo que se considera normal debido a la temperatura, así que Fabio, para evitar errores, tuvo que bajar mucho el ritmo de carrera.
Ahora mismo la Yamaha es de las motos más lentas en velocidad punta, si no la que más, por lo que Quartararo intenta compensar sacando distancia en las frenadas; pero frenar más fuerte implica meter más presión al neumático delantero. Lo que hizo ineficiente la estrategia en Qatar.
En cualquier caso, en la caída de Pecco y Martinator, él estaba detrás pero no a su rebufo, lo cual no se entiende ese exceso de presión en el neumático delantero, aunque Fabio dice que aún incluso sin el problema con dicho neumático, no podría haber peleado por el podio.
Y es que su ritmo en carrera fue el mismo ritmo del año pasado, carrera que ganó. Sin embargo, este año fue 11 segundos más rápida dado que Pol Espargaró montó los neumáticos blandos y en vez de gestionarlos decidió tirar como estrategia para escaparse.
Esto aumentó el ritmo de carrera y dificultó los adelantamientos, aunque todos los pilotos pudieron adaptarse a su endiablado ritmo. Todos excepto las Yamaha con un Morbidelli en el puesto 11, un Dovi en el 14 y un Binder en el 16, que sin las caídas habrían bajado aún otras dos posiciones.
El título mundial de la temporada 2021
Las debilidades de la Yamaha, parecen confirmar, cada vez con más fuerza la hipótesis de que el título de campeón del mundo del 2021 lo ganó Fabio Quartararo y no Yamaha.

Esto significa que Fabio fue capaz de compensar las carencias de la Yamaha, sacar ventaja en la primera parte de la temporada y aguantar el envite del resto de pilotos en la segunda parte, ver como su distancia mermaba y aún así convertirse en campeón.
Contrato de renovación detenido
Fabio cree que el circuito de Mandalika será clave para sacar conclusiones y saber hasta qué punto lo ocurrido fue por causa del neumático, por efecto del circuito- aunque históricamente el circuito de Losail siempre ha favorecido a las Yamaha- o por otros factores.
Sin embargo, Mandalika también estará gobernada por el factor sorpresa, dado que es la primera vez que se corre allí y que han reasfaltado una parte del circuito que en los test previos se reveló como defectuosa.
Su compañero Franco Morbidelli, en cambio, es de la opinión de que hasta que no lleguen las carreras a Europa, no se empezará a ver con claridad el panorama al completo, quiénes son realmente los aspirantes al título y qué posibilidades tienen las Yamaha.
Esa claridad será primordial para encajar un nuevo factor: el piloto de SBK Toprak Razgatlıoğlu tiene contrato con Yamaha hasta 2023, no en SBK, sino directamente con la fábrica, y los rumores apuntan a que estará compitiendo en MotoGP la próxima temporada.
Fabio Quartararo aún no ha formalizado su renovación con la marca de Iwata, dado que han incumplido sus requerimientos: 10 millones de euros por temporada y una mejora substancial en la moto.
Por otro lado, Franco Morbidelli no acaba de volver a un alto nivel después de su lesión, ¿significará esto que uno de los asientos del equipo oficial podrá pasar a ser ocupado por el piloto turco?